El Grupo de Educación para la Convivencia ha dado este curso más de un centenar de charlas en centros escolares sobre el juego en entornos digitales
Los agentes del Grupo de Educación para la Convivencia de Policía Municipal de Pamplona han visitado a lo largo del presente curso más de cien aulas de centros escolares de la ciudad y de la comarca para sensibilizar a los alumnos y alumnas sobre los peligros a los que se pueden enfrentar si no hacen un uso correcto de los videojuegos y juegos online. Vigilar la edad para la que cada producto está destinado o no dedicar al juego demasiadas horas son pautas claves que tanto los padres como los propios menores tienen que tener en cuenta para evitar posibles problemas de ludopatía, dependencia o sedentarismo, causados por un mal uso de estos dispositivos y plataformas.
Las sesiones, destinadas a escolares de entre cuatro de Educación Primaria y primer curso de Educación Secundaria, arrancan con una pequeña explicación por parte de los agentes, que se apoya en recursos audiovisuales y ejemplos prácticos. Posteriormente se inicia una dinámica de conversación en la que los menores pueden contar sus experiencias con los videojuegos y plantear las dudas que les surjan en este ámbito. La existencia de un Grupo específico en el cuerpo policial que se haga cargo de estos temas permite a los agentes implicados que los ejemplos y planteamientos que surgen en cada aula se puedan exportar a otros centros educativos, y que sirvan, por tanto, para mejorar la formación.
Los agentes del Grupo de Educación para la Convivencia de Policía Municipal alertan del riesgo que juegos a priori inofensivos pueden tener si no se hace un uso correcto de ellos. Un ejemplo de ello son las tradicionales competiciones online basadas en el fútbol u otros deportes. Y es que sus actualizaciones y avances han incorporado elementos que pueden fomentar la ludopatía o la dependencia, como la compraventa de jugadores (que simulan el manejo de altas cantidades de dinero ficticio) o las competiciones online contra otros jugadores (que pueden generar situaciones en las que los menores pasan gran cantidad de tiempo interactuando con personas que ni siquiera conocen).
Desde Policía Municipal se insiste en que una de las mejores herramientas para luchar contra los efectos negativos que pueda generar un mal uso de los videojuegos es respetar las recomendaciones de edad que éstos acompañan, basados en un mecanismo de autoregulación del sector. El Sistema PEGI (Pan European Game Information) dota este tipo de productos de información orientativa sobre la edad adecuada para su consumo. Está integrado por dos tipos de iconos descriptores, uno relativo a la edad recomendada y otro al contenido específico susceptible de análisis. El diseño de los logotipos informativos se basa en las luces de seguridad vial, haciendo más fácil y visual su interpretación. Los sellos de edad van acompañados de términos pictográficos sobre el contenido del juego.
Un tema del que en ocasiones los menores saben más que los adultos: el gran problema de padres, madres y educadores
La función de las charlas que a lo largo del curso realiza Policía Municipal en las aulas cobra aún más importancia si se tiene en cuenta la brecha digital que en muchos casos existe entre padres e hijos, que hace que a veces incluso, por desconocimiento, la conducta inapropiada la tengan los propios progenitores. Sucede, por ejemplo, cuando se permite a los hermanos pequeños jugar con los mayores sin tener en cuenta la calificación del videojuego, o cuando se regalan ciertos juegos solo teniendo en cuenta que están de moda o que se basan en una serie de éxito. También se alerta de la necesidad de que los padres y madres no dejen solos a los menores con estos dispositivos o competiciones online, y que siempre, de alguna manera, supervisen los momentos de juego.
El problema se acrecienta si se tiene en cuenta que, al ser nativos digitales, los niños, niñas y adolescentes tienen en muchas ocasiones mucha más información sobre estos temas que sus formadores. En este sentido, las visitas de los agentes de Policía Municipal a los centros escolares vienen a suplir este problema, ya que mantienen una conversación con los menores de tú a tú desde un conocimiento profundo de la realidad del sector y de las características de cada juego y, por tanto, siendo conscientes de los peligros y riesgos a los que se pueden enfrentar.
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