Pamplona propone un convenio a Burlada, Valle de Egüés y Huarte para hacer posible el acuerdo que preveía la consulta vecinal sobre el futuro de Erripagaña el 4 y 5 de abril

Erripagaña civivox

Elegido el proyecto del futuro civivox, biblioteca y unidad de barrio en un mismo edificio, con planta baja más una altura, cubierta vegetal y un coste de 4 millones

El Ayuntamiento de Pamplona ha propuesto a los ayuntamientos de Burlada, Valle de Egüés y Huarte la firma de un convenio para desarrollar el acuerdo adoptado el pasado mes de mayo que preveía para los días 4 y 5 de abril la consulta ciudadana sobre el futuro administrativo de Erripagaña. Esa consulta, dirigida a los vecinos y vecinas mayores de 16 años empadronados allí, culminaría el proceso participativo y abriría el proceso institucional para el rediseño del futuro administrativo del barrio.

En ese convenio, sobre el que deben decidir ahora los otros tres ayuntamientos, Pamplona se ofrece a asumir con recursos propios el desarrollo del proceso participativo, entendiendo que aún sería posible cumplir el calendario inicial si el respaldo y las aportaciones de los tres municipios llegaran pronto. El alcalde de Pamplona, Joseba Asiron Saez, el concejal delegado de Ciudad Habitable y Sostenible, Borja Izagirre Larrañaga, y la concejala especial de Participación Ciudadana y Euskera, Aitziber Campión Ganboa, así lo han mantenido esta mañana en rueda de prensa.

“El objetivo es culminar juntos el camino que empezamos hace ahora 9 meses, hacerlo de forma consensuada, a nivel institucional y con una hoja de ruta compartida que nos permita empezar a dar respuestas conjuntas a las esperanzas que el vecindario nos ha expresado tantas veces”, ha señalado el alcalde de Pamplona.

Un convenio para llevar a buen puerto los acuerdos de mayo

En mayo de 2024, los cuatro ayuntamientos acordaron llevar a cabo un proceso participativo que permitiera a la ciudadanía de Erripagaña ser protagonista de las decisiones relativas a su futuro administrativo e institucional. El proceso se debía articular en distintas fases, de manera conjunta entre los cuatro ayuntamientos implicados. Para poder desarrollar los aspectos técnicos de ese acuerdo de la forma más eficaz, el Ayuntamiento de Pamplona ha redactado la propuesta de convenio remitida a los otros tres municipios para facilitar la coordinación y propone hacerse cargo de los recursos técnicos y económicos, valorados en 10.000 euros. Esa propuesta de convenio es la que ahora está encima de la mesa pendiente de aportaciones y de ratificación.

En diciembre, el Ayuntamiento de Pamplona remitió un borrador a Burlada, Valle de Egüés y Huarte para formalizar y coordinarse técnicamente. Según esa propuesta, Pamplona pondría sus recursos municipales al servicio del proceso y asumiría la responsabilidad de contratar los medios tecnológicos para gestionar el censo y la votación (electrónica o presencial). Asimismo, se encargaría de la contratación de una asistencia técnica para diseñar la campaña comunicativa que acompañe al proceso.

El proceso pactado en mayo preveía que, de mediados del mes de febrero hasta principios de marzo, se celebraran talleres de deliberación ciudadana para elaborar soluciones consensuadas sobre el futuro administrativo de Erripagaña, donde se socializarían también las principales características del proceso participativo y se valorarían los diagnósticos técnicos de los distintos ayuntamientos. Pero antes de poner en marcha esos talleres, los cuatro ayuntamientos deberían crear la estructura de participación, a través del grupo técnico promotor (los 4 consistorios) y de un grupo motor (incluye tejido social y asociativo). Esa estructura está recogida en el convenio que se debate ahora.

La última fase del proceso es la que tiene que ver con la toma de decisiones e incluye tanto la campaña informativa previa a la consulta, que se fecha en la última quincena de marzo, como la consulta ciudadana propiamente dicha para la que se plantean las fechas del viernes 4 de abril y el sábado 5 de abril. Desde Pamplona se entiende que con la pronta ratificación del convenio aún se podrían cumplir estas expectativas.

Civivox: Pamplona ha elegido el proyecto y adelantará 255.000 euros para redactarlo

Por otro lado, el Ayuntamiento de Pamplona va cumpliendo plazos respecto a otros compromisos con el barrio. A principios del mes de octubre se lanzó la licitación para la redacción del proyecto del futuro civivox y cuatro meses después ya hay una propuesta ganadora, que ha obtenido la mayor puntuación entre los once diseños presentados. Se trata de la propuesta de Peralta Ayesa Arquitectos, estudio que, a falta de la aprobación de la Junta de Gobierno Local, se encargaría tanto de la redacción del proyecto definitivo como de la dirección de obra.

El presupuesto presentado por el equipo ganador asciende a 255.000 euros, un 15% por debajo de los 300.000 euros de la licitación. Hay que recordar que el Ayuntamiento de Pamplona se comprometió a adelantar el coste de la redacción del proyecto (255.000 euros en este caso), pero quien asumiría los costes de construcción del civivox, estimados inicialmente en unos 4 millones de euros (sin IVA) y con un plazo de ejecución aproximado de 20 meses, sería el ayuntamiento que, finalmente y tras la decisión del vecindario, asumiese la gestión administrativa del barrio.

El nuevo civivox, que acogería también una biblioteca pública y la unidad de barrio, se prevé construir en una parcela de 4.361,28 m2 del término municipal de Pamplona, delimitada por la avenida de Erripagaña y las calles Atenas, Copenhague y Madrid, en las inmediaciones del campo de fútbol. Esa es la parcela que ha propuesto Pamplona, aunque el pliego recoge que pueda construirse en otra diferente no perteneciente a su término municipal. Se buscaba un edificio multidisciplinar, digital y didáctico, con calificación energética A y que cumpliera los criterios NZEB o Edificios de Consumo Energético Casi Nulo.

Accesos principales desde la plaza ya urbanizada en la parcela

La propuesta mejor valorada plantea un edificio en forma de peine, con un volumen longitudinal principal de norte a sur y una serie de volúmenes transversales de diferente proporción. Se aprovecha la urbanización de la plaza existente al oeste de la parcela, junto a la calle Copenhague para establecer los accesos principales. En el lado contrario, el que da a la calle Atenas, se libera el máximo espacio posible con una serie de volúmenes que reducen la escala del edificio y generan diferentes patios abiertos de estancia y tránsito.

El edificio consta de planta baja y una altura, con la planta baja retranqueada para generar un vuelo longitudinal de esa primera planta, que cree en el lado que da a la plaza urbanizada unos porches con los accesos principales al edificio y con servicios como aparcamientos de bici y patines o puntos de recarga de vehículos eléctricos. En la calle Atenas, el patio central cuenta con un anfiteatro naturalizado y con accesos propios a la biblioteca y al salón de actos, que se ubican en la planta baja, en los volúmenes de mayor tamaño. La unidad de barrio se ubica en el volumen más al norte, con acceso propio desde uno de los patios generados.

La planta baja agrupa gran parte de los servicios que debe acoger para favorecer su funcionalidad y relación con los espacios libres. En esa planta baja estarán el salón de actos, la biblioteca y la unidad de barrio, además de las áreas de información y atención ciudadana o de dirección y gestión. En la primera planta se ubican las salas polivalentes y de actividades del civivox, con la doble intención de orientarlas hacia las mejores vistas y de mostrarlas a la ciudadanía, de tal forma que sean vistas y generen relación, vida y actividades a la plaza pública. La biblioteca contará con un fondo documental de 13.000 publicaciones, 3.000 de ellas infantiles, y 90 puntos de lectura y el salón de actos de civivox tendrá capacidad para 240 butacas.

Una de las principales características del edificio es su cubierta vegetal. Todas las cubiertas se plantean ajardinadas para favorecer la sostenibilidad de la propuesta y la integración en su emplazamiento, ofreciendo una imagen aérea naturalizada, muy presente desde los edificios vecinos bastante más altos que el civivox. Se propone, además, un campo fotovoltaico integrado en la cubierta vegetal mediante paneles para generar energía limpia que pueda utilizarse en beneficio del nuevo centro.

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