El texto, con 4 ejes estratégicos y que recoge más de 150 acciones, se ha presentado hoy en Comisión y será aprobado en Junta de Gobierno Local
Esta mañana se ha informado a las personas participantes la Comisión de Asuntos Ciudadanos sobre el texto definitivo del I Plan de Diversidad Cultural y Ciudadanía Inclusiva (2022-2026), un documento que entrará en vigor próximamente tras su aprobación formal por la Junta de Gobierno Local.
El plan se inició a instancias de la comisión en febrero del 2021 y conllevó la realización de un diagnóstico en el segundo semestre de ese año. Siguiendo las mismas líneas de trabajo del Plan de Juventud, el texto continuó su tramitación en 2022 con un proceso de participación de la ciudadanía, además de contrastar sus contenidos con el personal técnico municipal. El primer borrador pasó por esta misma comisión en febrero del 2023, tras la cual el Consistorio convocó una reunión del Foro de Diversidad. Ahora el texto resultante, el primero en la historia de la ciudad sobre este ámbito, cuenta, además, con informe positivo de impacto de género.
Este I Plan de Diversidad Cultural y Ciudadanía Inclusiva, que tiene como horizonte el año 2026, define cuatro líneas estratégicas de actuación y un conjunto de más de 150 posibles acciones para lograr los objetivos previstos. Por un lado, se trataría de pasar de la ciudadanía multicultural (composición actual) a la intercultural, un concepto vinculado a la inclusión; en ese sentido, como segunda línea se busca que las aulas, actualmente diversas, se conviertan en espacios de una ciudad educadora y mediadora; así, mediante el conocimiento, se iría transitando del prejuicio hacia el reconocimiento y, como cierre del sistema, la población de Pamplona pasaría de la urbanidad a la cUIdadanía. La cUIdadanía es un concepto que pone de manifiesto la necesidad de que todas las personas que habitan en la ciudad cuiden unas de otras, pasando de barrios de mera coexistencia, o barrios interculturales, a espacios compartidos por cUIdadanos y cUIdadanas, personas que cuidan unas de otras.
La implementación de las diversas acciones incluidas en el plan, se irán calendarizando anualmente mediante planes operativos que recogerán los objetivos y acciones prioritarias y concretas a desarrollar a lo largo de ese año. Lo previsto es que cada plan operativo se evalúe anualmente, además de realizar una evaluación final del conjunto cuando termine su ejecución y antes de redactar el II Plan de Diversidad Cultural y Ciudadanía Inclusiva. Para realizar las evaluaciones en el texto se definen una serie de medios de verificación e indicadores de seguimiento en torno a subvenciones, acciones de voluntariado, procesos participativos, propuestas de formación, campañas de sensibilización, órganos de participación pública y acciones puntuales de fomento de la interculturalidad. La evaluación se realizará, tanto por medio de un proceso interno, como a nivel externo mediante la aplicación del Índice de Ciudad Intercultural (ICC), un sistema que se implementa a través de la Red de Ciudades Interculturales (RECI), entidad impulsada por el Consejo de Europa, y de la que Pamplona se plantea ser miembro activo.
La interculturalidad
Esta línea estratégica tiene por objeto específico fortalecer las relaciones cotidianas entre personas de diferentes culturas, así como el reconocimiento y ejercicio de sus derechos y obligaciones como ciudadanos y ciudadanas de Pamplona. Para llevarlo a cabo es imprescindible la implicación y colaboración entre el tejido social y las administraciones.
Así, se recogen hasta 60 acciones, entre ellas, simplificar los procedimientos administrativos y mejorar las vías de comunicación con los colectivos que trabajan por la diversidad cultural; elaborar una guía sencilla sobre acceso a recursos municipales; habilitar programas formativos para facilitar la e-Administración y trabajar contra la brecha digital.
También realizar acciones de sensibilización en colectivos concretos, como Policía Municipal; promover acciones de aprendizaje lingüístico por pares y de simplificación del lenguaje administrativo; generar espacios y redes de acogida y arbitrar medidas de refuerzo positivo para la representación y la perspectiva trasversal de la diversidad. Además, se actuará en la identificación y adecuación de recursos municipales para la lucha contra el racismo y la xenofobia; en la divulgación de esta idea (programa “Pamplona frente al odio”) y campañas similares entre colectivos y franjas de edad diversas y, en la ciudadanía en su conjunto.
Ciudad educadora y mediadora
33 son las acciones definidas en este plan dentro del eje de la educación, desde incentivar en este ámbito los proyectos de Aprendizaje-Servicio (ApS), hasta apoyar la realización de actividades extraescolares asociativas o, incluso, ofrecer desde el Consistorio una programación cultural específica para los centros de enseñanza. También impulsar redes de aprendizaje de castellano y apoyar la capacitación en euskera para personas migradas o trabajar con los centros educativos para realizar un análisis conjunto de las dificultadas relacionadas con la diversidad e implementar medidas facilitadoras de mediación y convivencia.
Dentro de este ámbito se encuentra también el seguir ofreciendo ayudas a entidades para Proyectos de Sensibilización y Educación para el Desarrollo y ciudadanía global; apostar por las “Estrategias Antirrumores” frente a los estereotipos y los prejuicios, y realizar campañas específicas; ampliar la presencia de personas mediadoras comunitarias e interculturales en los servicios municipales y potenciar la figura de Policía Comunitaria en los barrios.
La propuesta busca que Pamplona sea una “Ciudad educadora”, una urbe con personalidad propia, integrada en el territorio del que forma parte y que despliegue todas sus posibilidades para la formación integral de sus habitantes. Y a ese concepto se suma su esfuerzo como “Ciudad mediadora” en el sentido de buscar la resolución de conflictos a través de la mediación, evitando o reduciendo aquellas situaciones que puedan generar conflicto o malestar entre las personas por causa de estas diferencias culturales.
Conocer más para desterrar el prejuicio
El objetivo de esta línea estratégica es pasar de una ciudad en la que coexisten culturas diferentes a una ciudad en la que conviven culturas diferentes, viendo la diversidad cultural como una oportunidad y como un valor en sí misma. Como requisito previo, es necesario tener un conocimiento continuo y actualizado del tejido social de la ciudad.
En esta línea se contemplan 42 acciones. Desde las orientadas al conocimiento, como actualizar anualmente el “mapeo” del tejido social y el censo de asociaciones, hasta analizar las formas de comunicación más efectivas y fomentar redes. Pero también programas acciones “en positivo” y visualizar la diversidad cultural en la agenda social, cultural, deportiva y de festejos diseñada por o en colaboración con el Ayuntamiento, incluyendo los Sanfermines, y consolidar en la imagen de marca de la ciudad las propuestas de la campaña, ya en vigor, “Pamplona polita, cosmopolita”.
Se trata también de poner en valor la diversidad y apoyar a los colectivos que trabajan en torno a ese concepto impulsándolo, por ejemplo, a través de la práctica deportiva, las subvenciones de Participación Ciudadana o mediante la creación de una bolsa de diversidad cultural. Además, se buscará desarrollar acciones de conocimiento y reconocimiento de las diferentes religiones profesadas en la ciudad. Y dentro del esfuerzo por la visibilización, el Ayuntamiento fomentará la presencia de la diversidad en actos municipales, apoyar actividades e iniciativas culturales.
Apostar por la cUIdadanía
En relación al paso de la mera urbanidad a la plena cUIdadanía, es necesario un proceso que, partiendo de la coexistencia, transite hacia convivencia y hacia la corresponsabilidad en el cuidado de todas las personas que habitamos Pamplona. Para ello se necesitan espacios compartidos que fomenten el trabajo conjunto de diferentes personas y asociaciones con un objetivo y proyecto común. La escala de barrio, vecinas y vecinos, es fundamental a la hora de establecer relaciones y experiencias de convivencia basadas en el conocimiento próximo.
Por todo ello, la cuarta línea estratégica define 24 acciones para fomentar el encuentro y el intercambio entre familias de distintos orígenes, en espacios como las piscinas públicas o los huertos comunitarios, organizando eventos deportivos inter-barrios y de deportes arraigados en los países de origen de las personas que viven en la ciudad o de festividades que faciliten el encuentro de personas del mismo barrio.
También se buscará impulsar redes entre asociaciones y colectivos, fomentar la participación en Foros y Consejos de barrio, el apoyo a iniciativas como bancos de tiempo o proyectos de jardín-decoración en edificios públicos. Se recoge en el texto el organizar, con el tejido social de la ciudad, una “Feria de las naciones”.
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