Miembros de la comisión y la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Pamplona han visitado esta mañana las obras
El proyecto contempla que se puedan salvar los 21 metros –en cuatro niveles de altura- que hay entre la avenida de Aróstegui y la calle Teodoro Ochoa de Alda, gracias a dos elevadores y sus correspondientes pasarelas de desembarque. La idea es que esas alturas aterrazadas, que en origen se comunicaban sólo a través de escaleras y rampas, ahora lo estén a través de elevadores. El sistema prestaría servicio las 630 viviendas que tienen salida a esos espacios y mejorará la accesibilidad de las calles Virgen del Soto, San Raimundo, Nicanor Beistegui, Teodoro Ochoa de Alda y Concepción Benítez entre sí y con otras zonas de la ciudad como Etxabakoitz Norte y Mendebaldea o con Barañáin. En este entorno se encuentran servicios básicos como el Centro de Salud de Echavacoiz o la Sociedad Deportiva Echavacoiz.
El presupuesto de ambos elevadores y la urbanización subsiguiente es de 562.792 y las obras están siendo realizadas por ARIAN. La obra comenzó en octubre de 2015 y está previsto que los ascensores puedan estar en uso a principios del mes de mayo.
El estado de las obras
Los visitantes han podido apreciar los cortes en los muros para la colocación de tres de las pasarelas de los ascensores previstas en el proyecto. La cuarta y última, de 20 metros de longitud y con desembarque en la calle Teodoro Ochoa de Alda, se colocará antes del inicio de la Semana Santa. Asimismo se han realizado ya las ‘cajas’ de los ascensores. Uno de los elevadores está prácticamente instalado y el segundo quedará terminado esta semana. En ambos aparatos está pendientes la colocación de la parte frontal de la cabina (puertas de entrada y salida), que tendrá acabado en vidrio transparente. Las cabinas son de 1,4 x 1,6 m. y de 2,1 m. de alto y poseen una capacidad máxima de 13 personas. Los dos ascensores tienen el mismo diseño e imagen y sus muros laterales son de hormigón con acabado ‘grecados’, de forma que respeten la imagen de los muros del entorno.
El sistema es el siguiente: el primer ascensor salva una altura aproximada de ocho metros y tiene un desembarco de 180 grados, es decir, los usuarios descienden por el lado contrario al que acceden. Desde este lugar se puede continuar hacia el embarque del segundo ascensor. Este segundo ascensor tiene también una puerta de entrada y otra de salida y realiza dos paradas intermedias, alguna de ellas con menos de dos metros de diferencia respecto a la anterior. De esta forma se puede acceder a todos los portales. El último trayecto, hasta la altura de la calle Teodoro Ochoa de Alda, se vale de una pasarela para conectar el elevador, mediante una rampa, con la cota de la calle.
Durante la intervención han comenzado también los trabajos de urbanización con la ejecución de nuevos recorridos y la mejora de otros ya existentes. Asimismo el proyecto de AH Alonso, Hernández y Asociados prevé la creación de pequeñas plazas de estancia con bancos y la ordenación de los espacios de juego infantil que hay en la parte más baja de las obras. Asimismo se ha reorganizado el arbolado y se ha hecho un estudio de la iluminación de la zona.
Nueve ascensores urbanos
Pamplona cuenta ya con nueve ascensores urbanos en funcionamiento. El primero fue el de Erletokieta, en 2004, para salvar el desnivel entre Iturrama y la Milagrosa. Después se construyeron los elevadores de la calle Isaac Albéniz en la Milagrosa (2006) y el de Descalzos (2008), para unir Rochapea y Casco Antiguo. En 2008 el barrio de San Juan salvó la distancia entre las calles Monasterio de Irache y Monasterio de Fitero con un ascensor que, hasta ahora, es el único que cuenta con una parada intermedia.
En diciembre de 2010, el parque fluvial del Arga y el II Ensanche quedaron unidos por el ascensor de la Media Luna, financiado con cargo al Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local, y en marzo de 2011 entró en funcionamiento un sexto ascensor que evita las escaleras existentes entre la calle Julián Gayarre y la plaza Felisa Munárriz, en la Milagrosa. Finalmente, en marzo de 2012 se inauguró el elevador que une la calle Monjardín del II Ensanche con la calle Valle de Egüés, en Lezkairu y en 2013 se puso en funcionamiento el octavo ascensor urbano de la ciudad que salva el desnivel entre el Grupo Urdánoz y Etxabakoitz norte.