Las obras de peatonalización de la calle Bosquecillo sacan a la luz una treintena de enterramientos medievales y restos de una zona de fundición de campanas

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Las obras de peatonalización de la calle Bosquecillo sacan a la luz una treintena de enterramientos medievales y restos de una zona de fundición de campanas
Los hallazgos se corresponden con las catas arqueológicas realizadas en julio del año pasado y que detectaron la presencia de enterramientos

Las obras de peatonalización de la calle Bosquecillo, iniciadas el pasado 25 de abril, han sacado a la luz, de momento, 25 enterramientos de época medieval, así como una zona de fundición de metales, probablemente para la fabricación de campanas, vinculada al antiguo convento de San Francisco ubicado en el lugar hasta el siglo XVI. Los miembros de Gerencia y la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Pamplona han visitado hoy estos hallazgos, que siguen la línea de las catas arqueológicas realizadas en julio del año pasado.



Precisamente gracias a esos sondeos se comprobó que la zona del Bosquecillo albergaba sepulturas, probablemente vinculadas al antiguo convento de San Francisco. Entonces se hicieron cinco catas y se hallaron seis esqueletos. En estas últimas actuaciones, han sido 25 los enterramientos encontrados en el inicio de las excavaciones de la zanja de pluviales, que recorrerá el centro de la calle, desde la avenida de Guipúzcoa hasta la intersección de Pío XII con Navas de Tolosa. Esta actuación supone la mayor incidencia en el subsuelo.

Los restos óseos hallados corresponden tanto a individuos adultos como infantiles, y se encuentran enterrados en fosas orientadas de este a oeste, siguiendo el ritual cristiano. Estas características y la época de la que datan, entre los siglos XIII y XVI, vinculan estos hallazgos con el antiguo convento de San Francisco, que estuvo situado en esta área entre 1246 y 1521. Se trata de fosas simples excavadas en el terreno, si bien varios de los enterramientos parece que se hicieron con ataúd o con alguna cubierta de madera. Además, se distinguen dos niveles de enterramientos, con fosas superpuestas, lo que lleva a pensar que el cementerio contaba con una organización por calles, con espacios intermedios libres de enterramientos para facilitar el tránsito.

Las excavaciones también han permitido hallar distintos tramos de muro, probablemente de los edificios que componían el convento. Estos restos, aunque no permiten definir el edificio concreto al que pertenecían, sí permite fijar el área concreta que ocupaba el convento. Y en la zona exterior de esos muros también se ha hallado una zona dedicada a la fundación de metales, donde se aprecian moldes de campana y restos de bronce, cenizas y carbones, todo ello de época medieval.



Un total de 1,1 millones para peatonalizar la calle

La calle Bosquecillo, que une el Casco Antiguo a través de la plaza de Recoletas con la calle Navas de Tolosa, tiene una longitud de 170 metros y una anchura de 15 de anchura, incluidas las aceras. Las obras de peatonalización, que se adjudicaron en marzo por 1,1 millones de euros y se desarrollan según el calendario previsto, permitirán eliminar las aceras de la calle, convirtiéndola en una plataforma única de 10 metros de ancho, que conecte visualmente la vía con el parque de la Taconera y la zona del Bosquecillo.

Todos estos hallazgos han salido a la luz con las excavaciones para la instalación de la nueva red de pluviales de la calle, que pasará de estar en el lateral más próximo a la Taconera a situarse en el centro de la vía. El material elegido para peatonalizar la calle es la piedra calcarenita de diferente tamaño. Además, se crearán tres nuevas zonas de estancia frente al Portal de San Nicolás y en los extremos de la calle, uno junto al paso de peatones próximo a la calle Navas de Tolosa y el otro en la zona cercana a la acera de la avenida de Guipúzcoa, junto al edificio de aseos denominado coloquialmente ‘Paraguas’. Y se añadirá diverso mobiliario urbano, compuesto por bancos y sillas, una fuente y papeleras a lo largo de la calle. También se mantendrán, pero reubicadas, las once farolas existentes, tipo ‘báculo de San Fermín’, para mantener la unidad con los elementos ornamentales de los parques adyacentes, y se modificará el carril-bici existente.

Las obras de peatonalización, que tendrán una duración de 220 días, forman parte de la estrategia ‘Go Green Pamplona’ de lucha contra el cambio climático en la ciudad.

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