Los trabajos, que comenzaron en el mes de marzo, han sustituido 40 toneladas de acero y se han hecho un 30% más de soldaduras
La pasarela de Labrit vuelve a abrirse al paso peatonal y ciclista hoy, tras concluir las obras de refuerzo y reparación de esta infraestructura, que conecta el baluarte de Labrit con el parque de la Media Luna. La infraestructura superó en el pasado mes de diciembre las pruebas de carga dinámica y estática realizadas, con hasta 300 kg/m2, que garantizan su seguridad.
Los miembros de la Gerencia y la Comisión de Urbanismo, junto con el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, han visitado hoy esta infraestructura, sobre la que se han realizado obras de mejora desde el pasado mes de marzo. Los trabajos se han alargado ante las nuevas deficiencias detectadas conforme se avanzaba en la reparación. En este sentido, en un informe del pasado mes de junio, al margen de los defectos detectados por el Colegio de Ingenieros de Navarra que dio lugar al proyecto de reparación, se señalaban deficiencias constructivas en el entramado de acero de la pasarela y en la soldadura de las distintas partes que lo componen; deficiencias que suponían un fuerte incremento del trabajo y del tiempo necesario para realizarlo y que se añadía a las operaciones de refuerzo ya previstas en el proyecto inicial.
Así, se detectaron deficiencias en la soldadura, entre las chapas exteriores (vigas) y las cuadernas y los llamados nervios superior e inferior de la estructura. Las deficiencias existían también en las soldaduras entre las chapas sobre los nervios inferiores longitudinales y cuadernas del nudo de la pasarela. Esta deficiencia se extendía al resto de chapas superiores en los cajones cerrados que jalonan la parte inferior en toda la longitud de la estructura. Igualmente, fue necesario el refuerzo del pórtico de apoyo del tramo corto de la pasarela sobre la estructura del frontón y, más tarde, procurar el alejamiento de las aguas pluviales de los apoyos de los estribos en Media Luna y Jito Alai, mediante sendas obras de reurbanización y encauzamiento de aguas. Los refuerzos de todo tipo introducidos han supuesto la sustitución de 40 toneladas de acero y se han hecho un 30% más de soldaduras para fijar las partes de la estructura.
Los trabajos realizados estos meses se han centrado en solventar todas estas deficiencias nuevas detectadas al proceder al levantamiento y corte progresivo de las chapas, además de hacer frente a los trabajos ya detectados en la fase de proyecto, que incluían la hidrolimpieza de la corrosión generada por el paso del tiempo, y la instalación en la superficie de paso de un pavimento antideslizante, que se ha sometido a un proceso de impermeabilización.
Una vez finalizados los trabajos, tras conocer la envergadura y coste de los mismos y certificar las deficiencias encontradas en las obras de construcción iniciales, el Ayuntamiento tiene previsto reclamar el abono de los costes a las partes a las que se exigen responsabilidades por el proyecto, la dirección técnica, ejecución de la obra y estudios diversos.
Las obras de refuerzo y reparación han tenido un coste de 807.214 euros, a los que hay que sumar los estudios y trabajos técnicos encargados desde 2016 hasta hoy, además del proyecto de reparación, inspecciones y andamiaje, y de otras actuaciones alrededor de la propia infraestructura, alcanzando un gasto total de 1,4 millones de euros. El Ayuntamiento reclamará ahora esa cifra a las partes intervinientes en el proceso, desde la redacción del proyecto, a su ejecución y la dirección facultativa, a través de un procedimiento de responsabilidad. Para ello, ya en el mes de junio se encargó un acta notarial que reflejara todos los daños que las obras de reparación han permitido descubrir y documentar.
Inaugurada en diciembre de 2010
La pasarela se planteó como una solución práctica y estética para salvar un desnivel de 7,14 metros entre ambos tramos de muralla sobre la Cuesta de Labrit. De hecho, esta vía, como uno de los accesos a la ciudad clave para el tráfico rodado, supone un obstáculo que impide la continuidad peatonal del recinto amurallado, entre la ronda del Obispo Barbazán y el Baluarte de Labrit con el Fortín de San Bartolomé, en el parque de la Media Luna. Para sortearla, se construyó una pasarela en forma de ‘Y’, de 73 metros de largo y de 3,5 metros de ancho, que fue inaugurada en diciembre de 2010.
Los primeros problemas se detectaron en 2016, por problemas de oxidación y deterioro de algunas placas de acero. Tras varios cierres puntuales para realizar trabajos de mantenimiento, la pasarela se cerró provisionalmente al tránsito peatonal el 5 de julio de 2016 y definitivamente en el mes de septiembre de ese mismo año.
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