El Ayuntamiento presenta el ‘Diagnóstico social de la infancia en Pamplona’, base para la elaboración de un plan de protección de los menores
El Ayuntamiento busca con este estudio ofrecer un diagnóstico de la infancia en Pamplona en la actual coyuntura económica y social y establecer modelos de intervención social y de alternativas que maximicen la eficiencia de los recursos disponibles. A partir de las conclusiones obtenidas, en una segunda fase que se llevará a cabo este mismo año se elaborará un plan municipal de atención a la infancia con medidas y recursos concretos. Todo el proceso se está llevando a cabo de forma participativa, con la implicación tanto de la dirección como de los diversos equipos y entidades profesionales implicados en la atención a la infancia.
El diagnóstico parte del hecho de que la población infantil en Pamplona es escasa y diversa, por lo que atenderla convenientemente es primordial para el futuro de la ciudad, y no sólo en lo que se refiere a las situaciones concretas de desprotección. En esta línea, el estudio incorpora una visión integral de la infancia e incluye líneas de actuación dirigidas a sensibilizar y promover los derechos de la infancia en ámbitos diversos como la salud, la educación, la movilidad o el acceso a la cultura y el ocio.
Intervención en 1.044 casos
Según el estudio, en estos años de crisis se han intensificado las necesidades sociales en los hogares con menores, lo cual ha contribuido a aumentar la demanda de intervención por parte del Programa del Atención a la Infancia y la Familia (PAIF). Concretamente, se ha pasado de 106 casos nuevos en 2010 a 255 en 2013, es decir, un aumento del 140% en tres años. Como resultado de este incremento, este programa ha llegado a tener entre 2013 y los primeros ocho meses de 2014 un total de 1.044 casos activos.
El estudio constata, no obstante, que este empeoramiento de la situación social de muchos hogares con niños no parece haberse traducido, a partir de las estadísticas policiales de la UPAS, en un aumento de las conductas conflictivas que pudiesen afectar a la seguridad del conjunto de la ciudadanía. Este dato permite ser optimistas en cuanto a las potencialidades de un Plan de Infancia que refuerce los instrumentos de prevención y de atención social.
Diversidad étnica y relaciones de género
En cuanto a la diversidad étnica, es otra característica muy destacable de la población infantil y más significativa incluso que en el conjunto de la población, ya que el 15,7% de los menores de Pamplona tienen nacionalidad extranjera o han nacido en el extranjero. Además, esa proporción se duplica si se atiende a todos los menores que viven con al menos un adulto de origen extranjero, por nacionalidad o nacimiento. Esta situación, unida a la presencia significativa de la población gitana en la ciudad, supone un factor de enorme diversidad étnica que debería considerarse en el futuro Plan, buscando espacios de encuentro y de interacción que garanticen la cohesión de una población crecientemente diversa en el futuro.
También se resalta en el estudio que se ha detectado la permanencia de problemas significativos en cuanto a las relaciones de género, observándose, especialmente en la adolescencia, comportamientos y roles de género muy marcados que parecían superados. Dado que la etapa infantil es un momento privilegiado para abordar las desigualdades de género, se considera este aspecto relevante en la concepción de un futuro Plan para la infancia de Pamplona.
Atención al menor y comparativa con otras comunidades
El actual modelo de atención al menor en Pamplona presenta, según el diagnóstico, diversos elementos positivos que conviene preservar en el futuro plan. Así, recoge la existencia de una buena dotación de recursos, de un equipo de profesionales fuertemente especializado en el ámbito de la atención primaria al menor, así como de una actuación específicamente preventiva en el ámbito comunitario, características que han conllevado el citado aumento de la capacidad de detección de situaciones de desprotección o de riesgo y la consecuente intervención social como respuesta a las necesidades detectadas.
El análisis realizado sobre los recursos, tanto económicos como humanos, que se destinan en la ciudad para la atención y promoción de la población menor muestra que Pamplona ocupa un lugar destacado en esta materia si se atiende al resto de municipios comparados. De este modo, mientras el municipio maneja un presupuesto destinado al área de Servicios Sociales similar al resto (12,4% del presupuesto municipal), destaca por destinar una mayor proporción del mismo al programa de menores (11,3% aproximadamente del presupuesto del área).
En Pamplona se destinan cerca de 71 euros por menor teniendo en cuenta solamente el presupuesto del Programa de Atención a Infancia y Familia, una cifra alta comparada con Barcelona y Sevilla, y similar a los 72 euros de Vitoria. Si se incluye el presupuesto de Escuelas Infantiles, mientras la capital alavesa invierte 276 euros por menor aproximadamente, Pamplona alcanza los 306,5. A la vista de estos datos, el estudio sugiere que una reorientación en las prioridades del gasto municipal y un refuerzo de la cofinanciación por parte del Gobierno a las Escuelas Infantiles podría dejar margen suficiente para mejorar los recursos dedicados a los menores en riesgo de desprotección.
En cuanto a los recursos de personal, también existe cierto margen de mejora para poder reducir la ratio en Pamplona de menores por profesional a la altura del mejor dato encontrado, el de Vitoria, con 493 menores por profesional frente a los 657 de Pamplona.
Propuestas para el futuro plan
A partir de todas las conclusiones recogidas, el estudio apunta a la necesidad de concebir un plan integral que contemple la estrategia de intervención y de atención al conjunto de la población infantil, pero con una atención especial a la atención desde los servicios sociales a los problemas de desprotección y conflicto que afectan a los menores.
Concretamente, se citan como puntos clave a incluir en el plan la atención a estas situaciones de desprotección, lo que actualmente supone el PAIF, así como la política de conciliación y la educación infantil de 0 a 3 años, revisando las actuaciones y recursos propios existentes y la coordinación con otros recursos externos, y buscando la universalización del servicio y la captación de fondos que lo haga posible. Además se apunta a la coordinación y trabajo conjunto con el sistema sanitario y, de manera muy especial, con el sistema educativo, debido a la presencia continuada de los menores en el mismo y a la existencia de profesionales con responsabilidad y cualificación, lo cual redunda en unas potencialidades de trabajo conjunto que deberían desarrollarse. También debería considerarse en este ámbito la aportación de los cuerpos de seguridad y en especial de la UPAS.
Además se cita en el estudio la necesidad de dar respuesta a los problemas de desigualdad social y exclusión que afectan a los menores, potenciando su acceso a los diversos recursos existentes y previendo el desarrollo de nuevas actuaciones, tanto directamente por parte del Ayuntamiento, como por parte de otras instancias, especialmente Gobierno de Navarra. Asimismo, ante la creciente diversidad étnica, habría que desarrollar una estrategia de convivencia y encuentro intercultural en diversos espacios y con diferentes instituciones: en la calle, en las actividades lúdico-festivas, en el sistema educativo formal, y por supuesto en los recursos propios del PAIF.
También se sugiere intensificar los programas orientados a la población de 0 a 6 años, tanto aquéllos de carácter general como los específicamente dirigidos a los colectivos más vulnerables (familias previamente atendidas o con historial de institucionalización, familias gestantes en riesgo, minorías étnicas, etc). Por último, el estudio recomienda recoger los mecanismos de financiación, tanto en lo que depende directamente de la hacienda municipal como lo que tendría que aportarse por otras instituciones, especialmente por el Gobierno de Navarra.