La Casa de Misericordia estrena dispositivos de asistencia para personas mayores fabricados de forma colaborativa y con impresión 3D por alumnado de la UPNA

La Casa de Misericordia estrena dispositivos de asistencia para personas mayores fabricados de forma colaborativa y con impresión 3D por alumnado de la UPNA

La asociación ATCoLab replica buenas prácticas probadas en EEUU para facilitar la autonomía en el ámbito de la discapacidad y la tercera edad

El Ayuntamiento de Pamplona y la Asociación para la tecnología de asistencia colaborativa (ATCoLab), creada y gestionada por estudiantes de Ingeniería Biomédica y Telecomunicación de la Universidad Pública de Navarra han comenzado a colaborar. El alumnado de esta entidad está fabricando dispositivos sencillos de tecnología de asistencia y los hacen mediante materiales y técnicas de impresión 3D. Al menos medio centenar de ellos están ya a disposición de la casa de Misericordia.



Esta mañana, responsables de la asociación se reunían con la directora de Acción Comunitaria, Conchi Mateo, en sus dependencias. En el encuentro estaban también presentes técnicos de área, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas y encargadas de turno de esa entidad asistencial. La propuesta de ATCoLab es contribuir con sus dispositivos, en la medida de lo posible, a mejorar la autonomía en las actividades diarias de las personas mayores o de personas que presentan discapacidad. Su fórmula es diseñar e imprimir abridores de botellas adaptados, agarres para cucharas, ganchos para abotonar camisas… que faciliten la vida a personas con artritis, temblores u otros problemas de salud que repercuten en la llamada “movilidad fina”. En su encuentro con personal técnico recibieron, además, demandas específicas como pastilleros más fáciles de manipular o artilugios que permitan a las personas mayores manejar las perchas de los armarios.

La premisa de trabajo es, como dijo en 1988 Mary Pat Radabaugh, directora del Centro Nacional de Soporte para Personas con Discapacidades de IBM “Para la mayoría de las personas, la tecnología facilita las cosas. Sin embargo, para las personas con discapacidades, la tecnología hace que las cosas sean posibles”. La Casa de Misericordia además de ser el escenario de una experiencia piloto para probar la utilidad de los prototipos, como en la residencia de mayores DomusVi de San Adrián, está siendo un espacio para detectar nuevas necesidades, para lo que la asociación irá realizando visitas y observación sobre el terreno.



Makers making change

Esta asociación y su línea de trabajo se enmarca en la corriente global Makers making change, un movimiento que está poniendo a tecnólogos al servicio de personas cuyas necesidades se pueden paliar en alguna medida con el uso de nuevas tecnologías.

Los diseños de los objetos que están manejando han sido realizados por los propios estudiantes y, en algunos casos, por otras personas de diferentes países que los han ‘liberado’ desinteresadamente para hacer posible su fabricación para toda persona que los pueda necesitar.

La iniciativa de la asociación navarra ATCoLab surgió de un encuentro on line a principios de este curso con una entidad norteamericana similar, la organización TechOwl de la Universidad de Pennsylvania, con larga experiencia en este campo y que, entre otros apoyos para personas que los requieren, ha llegado a diseñar dispositivos personalizados. Los trabajos de TechOwl se desarrollan gracias al programa de la Ley de tecnología de asistencia, una norma que sirve a todo el estado de Pensilvania desde hace 30 años. Desde el inicio del curso 2022-2023 la asociación norteamericana presta a la navarra asesoramiento, diseños e incluso catálogos de objetos ya testados.

ATCoLab usa en estos momentos las seis impresoras 3D disponibles para uso público en la Universidad Pública de Navarra e imprimen sus dispositivos en un plástico especial (PLA) realizado con base de almidón, aunque no descartan trabajar en buscar otras fuentes de materiales, como el reciclaje de botellas (plástico PET).



Los Makers: un paso adelante en la pandemia

El trabajo y la creatividad de los Makers fueron de conocimiento público al inicio del confinamiento por COVID 19. En Navarra el grupo de impresión 3D, ya en marzo de 2020, se ofreció a preparar material de protección contra el coronavirus para sanitarios y otros colectivos en un momento en el que no disponían de él y era complicadísimo adquirirlo en el mercado. Un trabajo que realizaron de forma voluntaria, colaborativa y en red.

Trabajando con un diseño homologado por el Colegio de Enfermería produjeron las famosas una ‘diademas’ que se fijan a la parte superior de la cabeza y en la que se insertan láminas de acetato transparente y, entre otras impresoras, usaron las de la Casa de la Juventud en un operativo que implicaba su distribución desde Policía Municipal, al Colegio Oficial.

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