Jardines de lluvia, mediana ‘bosque’ y un carril de circulación más estrecho para calmar el tráfico, el nuevo diseño de la calle Fuente del Hierro

Jardines de lluvia, mediana ‘bosque’ y un carril de circulación más estrecho para calmar el tráfico, el nuevo diseño de la calle Fuente del Hierro

Las obras comenzarán después de Sanfermines y se centrarán en el tramo de vía situado entre la calle Pedro I e Iturrama

El Ayuntamiento de Pamplona ha adjudicado las obras para la renovación y renaturalización de la calle Fuente del Hierro, en el tramo ubicado entre las calles Pedro I e Iturrama. Las obras, que comenzarán en el mes de julio, tras las fiestas de San Fermín, tendrán un coste de 281.848,93 euros y serán ejecutadas por Lacunza Hermanos, siguiendo el diseño de MKR Ingeniería. El objetivo de estos trabajos es lograr un espacio más sostenible, adaptado al cambio climático, propiciando las zonas verdes de fácil adaptación al clima, con menores necesidades hídricas, y creando áreas de descanso a la sombra para la ciudadanía.

En proyecto contempla, en concreto, la ampliación de la superficie de aceras y mejorar la accesibilidad en los cruces peatonales de la calzada, reordenando los pasos de cebra y alejándolos de las intersecciones con las glorietas, de forma que se evite la parada de vehículos dentro de la rotonda. Además, se prevé un estrechamiento de los carriles como medida para reducir la velocidad de los vehículos. El espacio ganado redundará en una ampliación de la anchura de la mediana, que se rediseñará siguiendo el concepto de ‘bosque’. Se mantendrán los árboles de gran porte, pero se sustituirá el césped por plantas de fácil mantenimiento, con un sustrato arbustivo y herbáceo.



Una de las propuestas clave de esta reforma es la creación de espacios de estancia con superficies naturalizadas que integran jardines de lluvia, destacando el que se ha proyectado junto a la entrada de la ikastola Amaiur. En estas superficies naturalizadas que integran los jardines de lluvia se plantarán especies vegetales capaces de soportar cierto grado de inundación temporal, incluyendo árboles y arbustos. Estos jardines recogerán el agua de la calzada y las aceras para satisfacer sus propias necesidades hídricas y, si hay exceso, el agua recalará en un depósito de grava, donde quedará retenida temporalmente para su filtración paulatina al terreno.

El filtrado del agua de lluvia permite limpiarla de contaminantes antes de devolverla al terreno natural alcanzando con ello una mejora ambiental asociada. De igual manera, el incremento de superficies permeables al agua en la ciudad previene los posibles desbordamientos del sistema de alcantarillado, propios de las lluvias intensas que padecemos cada vez con mayor frecuencia, en alternancia con periodos secos.  Las áreas de estancia ajardinadas incluirán mobiliario urbano para permitir el reposo de peatones y caminantes a la sombra y abrigo de la vegetación.



Las obras incluyen la mejora de los itinerarios peatonales, ampliando la superficie disponible, la reubicación puntual del carril bici en aquellos puntos donde se vea afectado y la reforma de la red de saneamiento y alumbrado, sobre todo en los pasos de peatones que van a ser todos reformados para aumentar la seguridad peatonal.

Las obras comenzarán el 17 de julio y se desarrollarán por fases, que se irán solapando. En un primer momento se trabajará sobre la mediana y después se abordará la ampliación de las aceras. El objetivo es que la obra esté finalizada en el mes de diciembre.



El proyecto, que cuenta con financiación de los fondos europeos Next Generation EU, se inscribe dentro del eje ‘transición verde y sostenible’ del proyecto Pamplona SF365. Con esta actuación, se quiere potenciar la calle Fuente del Hierro, como un tramo del Camino de Santiago por la ciudad y que une la Ciudadela con el campus de la Universidad de Navarra, dos de los pulmones verdes de Pamplona. Igualmente, la actuación está enmarcada en la Estrategia `Go Green Pamplona´ de Transición Energética y Cambio Climático, cuyo objetivo es la disminución de la huella de carbono de nuestra ciudad para el año 2030 y su adaptación a los efectos negativos del cambio climático, como el incremento de temperatura y la sequía.

Deja un comentario

Tu email no será publicado