Finalizan las obras de subsanación de las zonas encharcadas del bosque de crecida del parque de Aranzadi

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Las siembra de césped ha quedado pendiente para primavera, la época más propicia

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Las obras de subsanación de las zonas de encharcamiento en el bosque de crecida del parque de Aranzadi ya han finalizado. El Consejo de Gerencia de Urbanismo conocerá en su sesión del miércoles el informe final y el acta de recepción, en la que se indica que quedan únicamente pendiente los trabajos correspondientes a jardinería ya que se ha dejado la siembra de césped para primavera, época más propicia.

Este proyecto fue aprobado por el Consejo de la Gerencia de Urbanismo el 19 de noviembre de 2014 y las obras se adjudicaron a la U.T.E. Harinsa Navasfalt S.A.- HNV Infraestructuras S.L. por 77.486,70 euros, IVA no incluido, lo que supuso una baja del 20% sobre el presupuesto de licitación.

El parque del meandro de Aranzadi, finalizado en su primera fase en 2013, cuenta con 150.000 m2 que lo convierten en el segundo mayor espacio verde de la ciudad tras la Ciudadela-Vuelta del Castillo. Se extiende en la margen izquierda del Arga, entre los barrios de Rochapea y Chantre y cuenta con un paseo fluvial accesible, zonas verdes de descanso y juego y terrenos para huertas. Fue financiado en un 80% por el Fondo Europeo de Cohesión-Feder España 2007/13. El bosque de crecida es un espacio naturalizado que constituye un segundo cauce del río Arga, concebido para absorber las crecidas de caudal y realizar la función de colector a cielo abierto para el drenaje de las aguas pluviales del parque.

Trabajos realizados

El objetivo de las obras ahora finalizadas ha sido mejorar la evacuación mediante la ejecución de un drenaje que saca el agua superficial y subterránea, así como con rellenos puntuales con tierra vegetal. Las actuaciones concretas recogidas en el proyecto que se han llevado a cabo han incluido la construcción de un sistema de drenaje compuesto por un dren longitudinal, pozos de contacto, arquetas de control y extendido de tierra vegetal procedente de la excavación de zanjas.

El dren longitudinal, de 315mm de diámetro y situado a 0,75 metros de profundidad, recorre todo el bosque de crecida y cuenta con dos salidas en la zona más cercana a la Rochapea.

Además, se han excavado 11 pozos verticales bajo el dren principal y zanjas drenantes en aquellos lugares en los que la excavación del dren principal no ha alcanzado la capa del subsuelo en la que se acumula el agua. La profundidad de cada pozo ha variado en función de la altura de la capa de gravas. Por último, se han creado cinco arquetas de control para limitar el caudal.