El residuo como fuente de inspiración artística es la propuesta de la próxima exposición del Museo de Educación Ambiental del Ayuntamiento de Pamplona

Del 11 al 22 de mayo los animales “reciclados” de Antonio Hernández tendrán su hábitat en Monasterio Viejo de San Pedro

Las dos próximas semanas el Museo de Educación Ambiental albergará una colección de esculturas recicladas realizadas por el creador Antonio Hernández. La muestra está formada por una treintena de esculturas de diferentes tamaños hechas con materiales como hierro, neumáticos de coche o bicicleta, madera o plástico. Con esos elementos Hernández ha hecho pequeñas esculturas de madera o hierro, cuadros tallados, mobiliario de jardín e interiores y animales. En la muestra podrá verse desde un pony hecho con caucho a tamaño real, hasta un cocodrilo de 2 metros, un avestruz cuyas plumas están recortadas de las botellas de leche, aves acuáticas, ocas o un dinosaurio.

Antonio Hernández (Granadilla –Cáceres-, 1954), llegó a Navarra con 15 años. Soldador de profesión, un accidente le inició en la escultura a la que llegó como terapia en 2002. Ese hobby fue ocupando su vida hasta que, en 2006, fundó la Asociación de aficionados a la talla y las manualidades de Barañáin en la que imparte cursos, hace talleres infantiles y periódicamente programa exposiciones. Todo el material de desecho lo recibe de donaciones de empresas, particulares e instituciones y sus nuevos proyectos pasan por el diseño de jardineras urbanas y huertas de ocio con este tipo de materiales.

Hernández ha expuesto, entre otras localidades, en Ibero, Cirauqui, Miranda de Arga, Alsasua, Huarte o Barañain y a partir del lunes lo hará en Pamplona. La exposición de arte reciclado podrá visitarse entre el 11 y el 22 de mayo de 10 a 13 horas y de 18 a 20 horas, con entrada libre en las instalaciones del Museo (calle Errotazar sin número, en Monasterio Viejo de San Pedro). Tiene también una colección permanente en el Lavadero de Echavacoiz.

Una reflexión artística y social sobre sus propios desechos

El Arte Reciclado es un ya movimiento artístico a nivel global. Sus creaciones se pueden generar a partir de cualquier material que cumpla la premisa de ser reciclable o reutilizable y, por ello, abarca todos los estilos artísticos. La idea es utilizar materiales, que ya han tenido uso en anteriores formas y conceptos, a los que el artista presta una nueva función sea ésta meramente estética o también práctica. Conceptualmente este movimiento está ligado a la reflexión sobre la sociedad de consumo ya que trata de “hacer arte de la basura”. Entre los materiales que se suelen combinar están el cartón, botellas de plástico, metal, piezas de automóviles, llantas, vidrio, latas, aparatos electrónicos, madera, tela, papel, etcétera.

El arte de reciclaje nace formalmente a principios del siglo XX como una forma de expresión experimental opuesta al academicismo. Ya Braque y Picasso incorporan en sus collages materiales susceptibles de ser reciclados (papel, cartón, vidrio, envases…); luego siguieron sus pasos autores como Oldenburg, o Tapiès. En este siglo además de la ruptura con lo académico, el movimiento artístico lleva aparejada una reflexión ambiental sobre la sostenibilidad e involucra, no sólo a artistas, sino también a diseñadores de moda, mobiliario, etc.

El auge de esta disciplina es tal, que en 2013 en Barranquilla (Colombia) abrió sus puertas el MIRAB, el primer museo internacional dedicado al arte reciclado, con el apelativo de “social”, que alberga entre sus fondos obras donadas, tanto por autores internacionales, como locales.