El proyecto ‘Receta deportivo-social’ se extiende este mes de abril al Segundo Ensanche

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Esta iniciativa, que ya está en marcha en los barrios de Iturrama y Txantrea, se enmarca dentro de la estrategia ‘Pamplona te cuida’

La población de entre 50 y 80 años del Segundo Ensanche podrá beneficiarse, a partir del mes de abril, del proyecto ‘Receta deportiva-social’ del Ayuntamiento de Pamplona. Gracias a esta iniciativa, profesionales municipales y del centro de salud del barrio trabajan de forma conjunta con el objetivo de utilizar terapéuticamente el deporte, el ejercicio físico y otras actividades sociales para minimizar problemas sociosanitarios asociados a la soledad no deseada, la fragilidad o el sedentarismo.

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Pamplona ha aprobado la ampliación al Segundo Ensanche de este proyecto, que echó a andar el 29 de diciembre de 2021 en los barrios de Iturrama y Txantrea. Entonces se adjudicó el proyecto a Sedena, por un importe de 36.936 euros. Ahora, el Consistorio ha acordado una ampliación de 13.851 euros (IVA incluido) para cubrir las necesidades de la población del nuevo barrio, que ya manifestó su interés en formar parte de esta propuesta saludable.



La iniciativa se inscribe dentro del programa municipal ‘Pamplona te cuida’, que aúna toda la oferta de propuestas, servicios y recursos del Ayuntamiento de Pamplona dirigidos a personas mayores de 65 años con el objetivo de fomentar el envejecimiento activo y saludable, promover la autonomía y garantizar una atención de calidad para lograr una mayor calidad de vida. Así, el programa engloba actividades deportivas, cursos, talleres, servicios a domicilio, ayudas, subvenciones y herramientas de participación, que antes se ofertaba de manera disgregada, para facilitar su acceso y disfrute por parte de la ciudadanía.

Dentro de estos servicios se encuentra, de hecho, el programa municipal de deporte terapéutico ‘Citius, Longeavus, Fortius’. Es en este marco en el que se realiza el proyecto de ‘Receta deportivo-social’, en coordinación entre el personal municipal y los centros de salud de los distintos barrios. De hecho, son los profesionales sanitarios los que, atendiendo a las necesidades de los pacientes que atienden, pueden prescribirles la realización de ejercicio físico, deporte terapéutico o distintas actividades sociales, más allá de pautas medicinales si las necesitan.



Para que esa prescripción deportivo-social se convierta realmente en una práctica deportiva y saludable, las personas destinatarias de estas actividades cuentan con el apoyo de personal municipal, que realiza para cada una de ellas un programa individualizado de actividades, contando para ello los distintos recursos comunitarios. De hecho, la gestión de los proyectos de ‘Receta Deportivo – Social’ supone la coordinación, diseño, implementación y evaluación permanente de procesos cíclicos de prescripción de ese ejercicio físico y deporte terapéutico. Cada proyecto de ‘Receta Deportivo – Social’ desarrolla un proceso de prescripción compuesto por cinco actos y tres niveles diferentes, que se realizan en Iturrama, Txantrea y ahora en el Segundo Ensanche, integrando sus respectivas Zonas Básicas de Salud, Unidades de Barrios y recursos deportivos y sociales.

Así, antes de prescribir una receta deportivo-social, el centro de salud realiza una evaluación inicial de la persona usuaria. En función de sus necesidades y sus aptitudes, el profesional sanitario valorará su idoneidad para adherirse al proyecto y se le prescribirá una receta personal. Su evolución y cumplimiento será monitoreado y se le realizará un seguimiento por parte del personal técnico.

Los niveles varían en función de cada paciente. Así, habrá casos en los que se les podrá simplemente aconsejar sobre la idoneidad de realizar alguna actividad deportiva y se le plantearán opciones sobre cuáles pueden ser las mejores. En los otros niveles, lo que se plantea es una prescripción médica de actividades, que pueden ser únicamente deportivas o también deportivo-sociales. En todos los casos, la prescripción depende de los recursos existentes en cada barrio, de ahí que el proyecto incluya también un diagnóstico de necesidades del barrio, para poder dar el mejor servicio posible a las personas usuarias.

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