Tras cuatro años de recorrido, el comedor estrena imagen en un año en el que se deberá adjudicar de nuevo el contrato de suministro de comida
La pintura ha sido un proyecto colaborativo propuesto por un usuario, David López Amézqueta, que se identifica como Mike Belindo, y llevado a cabo por el propio Belindo con el auxilio de otros usuarios. El proceso comenzó con selección entre todos de un diseño de entre los propuestos, imagen gráfica que luego han concretado en las paredes del comedor los propios interesados. Lo que hoy se puede ver es una serie de cuadros de gran colorido, conectados entre ellos “como el Comedor Social conecta las personas y sus historias”. Mike Belindo es un licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid que desde hace años se dedica a la comunicación 2.0 y está especializado en golf y nuevas tecnologías.
223 personas diferentes usaron el pasado año los servicios del comedor municipal. De ellas, después de modificar el sistema de atención en estos casos, 37 han sido menores de edad (frente a los 53 menores de 2013). Del total de usuarios del comedor, un 49,35% (110) han sido personas nacidas en España, una tendencia que desde el porcentaje inicial del 40%, parece haber ido creciendo de año en año. Casi el 88% del total estaba empadronado en la ciudad. Como en años anteriores, la mayoría de usuarios (74,19%) no percibía ninguna ayuda económica de la administración.
El comedor municipal se puso en marcha el 2 de agosto de 2010 en los locales del antiguo Civivox Navarrería, y está dirigido a personas de entre 18 y 64 años que se encuentran en situación de grave necesidad económica que les afecta en la falta de recursos para satisfacer unos mínimos alimentarios. El coste para los usuarios del servicio es de 0,50 euros la comida y 0,50 euros la cena. En 2014 se dieron 22.878 servicios, entre comidas y cenas.
Hombres, sin responsabilidades familiares y sin ingresos
En 2014 el comedor municipal atendió a 17 niñas y 20 niños, alguno de los cuales no llegaba al año. La edad de los usuarios no menores ha oscilado entre los 22 y los 64 años y, en el caso de los mayores de edad, el 78% de ellos eran hombres. Esta proporción de tres a uno en favor del género masculino se mantiene como tendencia en el tiempo y también en la distribución por nacionalidad: entre las 110 personas nacidas en España que usaron el comedor, el 72,7% eran hombres. El 50,6% de usuarios extranjeros en 2014 procedía de Nigeria (14 usuarios, Marruecos (12 ), Ecuador (9), Rumanía (8), Portugal (5) y Ucrania (4).
Ese dato hay que conjugarlo con una prevalencia de ‘personas solas’ que suponen un 67% de los usuarios, entre solteros (85 personas, un 45,69%), separados y divorciados (10 y 26 usuarios, respectivamente con un 19,35%) y viudos (5, con un 2,68%). Esto con respeto a quienes contestaron sobre su estado civil (156 sobre el total de 186). Sólo un 21% de las personas atendidas dijeron tener hijos a cargo.
Respecto a las situaciones económicas de los usuarios –descontando siete adultos que no respondieron-, 139 personas (un 74,19% del total de usuarios) no percibían ningún tipo de prestación al acceder al servicio municipal, 16 (un 7,1%) cobraba la renta de inserción y 15 (un 6,9%) subsidio de desempleo. El resto de usuarios tenía alguna pensión, prestación por dependencia o RAI, entre otras opciones.
El comedor municipal es complementario con la acción de los profesionales de las unidades de barrio y de los servicios sociales del Ayuntamiento de Pamplona. El acceso como usuario se realiza desde programas y unidades de barrio municipales (Programa de Alta Exclusión, Centro de Atención a Personas Sin Hogar, o Servicio de Atención a la Mujer).Las unidades de barrio que más derivaciones han hecho en 2014 han sido Rochapea, Milagrosa y Casco Antiguo, con 31, 29 y 25 personas, respectivamente.
Nuevo concurso público para el suministro de comida en 2015
El comedor municipal ofrece su servicio todos los días de la semana, incluyendo domingos y festivos, entre las 11.30 y las 16 horas. De 11.30 a 13 abre para la recogida de bonos y la petición de servicios, y desde las 13 se dan comidas. Por las tardes para las cenas abre de 18.15 a 21.15 horas, que es el momento de cierre de la instalación. Se puede optar por obtener ambos servicios o sólo uno de ellos, pero siempre de forma presencial. Este recurso únicamente cierra durante las fiestas de San Fermín.
El servicio cuenta 50 plazas, ampliables en tres plazas más. En algún momento concreto del año, y bajo la premisa de no dejar a nadie sin comer, se ha llegado a atender hasta a 72 usuarios. El coste limitado para los comensales (0,50 euros la comida y 0,50 euros la cena) se gestiona mediante un sistema de vales por diferentes periodos temporales: una, 2, 4 o 12 semanas, que se pueden renovar hasta un máximo de tres meses.
En 2014 la empresa adjudicataria, Tallunce ofreció 22.878 servicios (13.376 comidas y 9.502 cenas) con una media de 64,44 servicios diarios. Este 2015 el Ayuntamiento de Pamplona deberá reeditar el concurso público para determinar la futura empresa adjudicataria del suministro de la comida.