El Ayuntamiento de Pamplona ha realizado una primera valoración económica de las medidas de autoprotección demandadas por alrededor de un centenar de comunidades de vecinos y vecinas de los edificios de las zonas inundables de los barrios de Rochapea y Txantrea. Las actuaciones a adoptar se cuantifican en una horquilla entre los 400.000 y los 675.000 euros, que el Ayuntamiento quiere subvencionar a través de una convocatoria de ayudas en la que se está trabajando y que requerirá de modificación presupuestaria.
Durante el mes de febrero, a través de personal técnico de las áreas municipales de Seguridad Ciudadana y Proyectos Estratégicos, se han realizado reuniones con administradores de fincas y comunidades de propietarios para conocer sus testimonios en primera persona y para recoger el alcance de las inundaciones en cada uno de los edificios. De esta forma, se han podido establecer los puntos de entrada de agua, las alturas alcanzadas en cada sótano, así como los sistemas de autoprotección de cada comunidad y las mejoras necesarias en cada caso concreto. Este trabajo se ha presentado esta mañana en la Comisión de Urbanismo.
Tal y como se anunció el pasado mes de febrero, el Ayuntamiento de Pamplona está trabajando en el impulso de una convocatoria de ayudas, con carácter plurianual, para adecuar los edificios de esas zonas inundables de cara a evitar o minimizar los daños ocasionados por futuras avenidas. Se está valorando que esa convocatoria plurianual esté dotada con alrededor de 500.000 euros repartidos en dos anualidades para financiar, con diferentes porcentajes, las medidas necesarias en cada comunidad. A la vista del trabajo realizado, se consideran prioritarias actuaciones como subir los cuadros eléctricos a zonas no inundables o colocar sensores de cabinas de ascensor que la eleven al detectar agua en el foso, pues son medidas que palian potenciales daños personales.
Otras actuaciones previstas por importe de 500.000 euros
Al margen de las medidas de autoprotección de cada edificio, se deben resolver otras cuestiones estructurales relacionadas con la acometida a la red del bombeo del agua y con el suministro eléctrico. Existen 6 centros de transformación de energía eléctrica en la zona afectada por las riadas en Rochapea. Ese hecho provoca el corte del suministro eléctrico y que las bombas instaladas no funcionen. El Ayuntamiento estudia actuar en estas instalaciones, lo cual tendría un coste aproximado de 325.000 euros.
A estas actuaciones se añaden otras que sumarían alrededor de 200.000 euros. La primera es la elaboración de un modelo hidráulico de detalle para el tramo del río comprendido entre el azud de San Pedro y el puente de Cuatro Vientos con los caudales que contempla en sus nuevos estudios la CHE, incluyendo propuestas de medidas de atenuación de riesgo viales constructivamente, complementarias o sustitutivas de las ya existentes (por ejemplo, un canal de crecida que alivie la sección hidráulica del puente de Curtidores). La segunda actuación sería un estudio de las conducciones de desagüe de la red de colectores de Rochapea y propuestas de actuación, así como de la viabilidad de la utilización del canal de Ilundáin para mejorar la capacidad hidráulica en la zona de Landaben. En relación con la intervención de colectores, se plantean otras dos actuaciones concretas: la incorporación de un nuevo colector de hormigón armado de 1.500 mm, de unos 301 metros de longitud, que se sume a la red actual para recoger las aguas antes del desbordamiento del río; y la colocación de clapetas antirretorno en las desembocaduras de algunos de los tubos existentes que impidan la entrada del agua en las redes de colectores durante los momentos de avenida, evitando así que progrese la inundación a través de ellos (en concreto en el colector del faro de Errotazar, en el del parque donde se instala el recinto ferial de San Fermín y en el parte de la Runa).
Contemplando en este ejercicio presupuestario la ejecución de cerca de la mitad de las actuaciones en los edificios (alrededor de 200.000 euros), la adecuación de centros de transformación y las otras cuatro actuaciones indicadas, las necesidades presupuestarias en 2022 rondarían los 700.000 euros.
Más de 1.300 viviendas afectadas
El trabajo que se ha llevado a cabo ha dividido las zonas inundables en 11 cuadrantes, 10 de los cuales se sitúan en Rochapea y 1 en Txantrea. En Rochapea, la inundación del pasado diciembre llegó a inmuebles de las calles Río Arga, Pedro de Alejandría, Joaquín Beunza, parque de los Enamorados, Bernardino Tirapu, travesía de Bernardino Tirapu, travesía de las Huertas, Ezcároz, calle Arbizu, travesía de Arbizu, Juslarrocha, plaza de Sancho Abarca, Ochagavía y Pedro de Alcatarena. En total, la riada afectó a 1.199 viviendas, 1.520 plazas de garaje y 630 trasteros de esa zona.
Junto a las actuaciones prioritarias de subir cuadros eléctricos o colocar sensores en ascensores, principalmente, las medidas que se deben adoptar pasan por barreras antiinundación en puertas peatonales y de garaje, así como en cualquier otro tipo de apertura en fachadas, con distintos sistemas de montaje y estanqueidad para evitar el paso del agua. Se deberán ejecutar también recrecidos de obra y la colocación de rejillas de ventilación de sótanos a cota superior. Algunos inmuebles demandan, asimismo, sistemas de impermeabilización continuos y de estanqueidad de puntos concretos de sótanos, elevar troneras o mejoras en el sistema de bombeo. Varias comunidades de propietarios de la zona ya se beneficiaron en su día de las convocatorias de ayudas municipales de 2009 y 2014 e implementaron algunas de esas medidas.
Este trabajo de campo se ha realizado también en la zona de Alemanes, en el barrio de Txantrea, en edificios de viviendas y unifamiliares de las calles Padre Adoáin, Juan de Tarazona, Magdalena y plaza de Sabicas. La crecida del río Arga del mes de diciembre afectó a 163 viviendas de la zona, 326 plazas de garaje y 139 trasteros. La medida principal a adoptar tiene que ver con la modificación de la conexión a la red de saneamiento, pues la red en la calle Padre Adoáin estaba saturada ese día, pero no la red en Juan de Tarazona.
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