El informe técnico concluye que no está en condiciones de ser ocupado y ahora vecinos y aseguradoras estudiarán la viabilidad de su rehabilitación
El alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, el concejal delegado de Ciudad Habitable y Vivienda, Joxe Abaurrea, el concejal delegado de Seguridad Ciudadana y Convivencia, Aritz Romeo, y la directora de Conservación Urbana y Proyectos, Cristina Arregui, han comparecido ante los medios antes de la reunión que a las 12 horas mantendrán con los vecinos y vecinas del inmueble afectado. Una vez concluida ya la estabilidad de la estructura, serán los vecinos y las entidades aseguradoras, con la colaboración que pueda llevar a cabo el Ayuntamiento, quienes realicen el estudio de viabilidad de las obras de rehabilitación futuras en el inmueble.
El alcalde ha felicitado a todos los trabajadores y responsables municipales que han colaborado durante el día del incendio y los días posteriores para poder dar a las familias afectadas una respuesta rápida y eficaz. Asimismo, ha expresado su apoyo a las víctimas de este siniestro y el compromiso del Ayuntamiento en seguir ofreciéndoles todo el apoyo que necesiten, tanto de asesoramiento como de realojo. En este sentido, la Oficina de Atención a Víctimas de Policía Municipal seguirá ofreciendo sus servicios de intermediación y ayuda a la hora de gestionar temas de asesoramiento y asistencia con las aseguradoras. Por su parte, el Ayuntamiento mantiene su oferta de realojo. Cuatro de las seis familias de la calle del Carmen 12 siguen realojadas en viviendas municipales y tres de ellas están buscando piso en el entorno del Casco Antiguo cuyo pago asumirán ellas mismas o las aseguradoras.
En dos minutos
En la rueda de prensa, se ha recordado cómo los agentes de Policía Municipal acudieron al lugar del siniestro apenas dos minutos y dos segundos después de recibir el aviso del incendio. El informe definitivo recoge también los detalles del incendio aportados por el Servicio de Bomberos. El aviso para movilizar una dotación de bomberos se recibió a las a las 2.44 horas de la madrugada del jueves 28 de enero y a las 2.53 se iniciaron las tareas de extinción tras rescatar a la persona que se había precipitado desde vivienda por el patio de manzana. Las labores de extinción se acometieron por el interior del edificio y antes de llegar a entrar los bomberos en la vivienda de la cuarta planta, donde se originó el fuego, parte de la cubierta ya se había desplomado. A las 4.20 horas se tuvo conocimiento de que el incendio se había propagado al suelo del patio de luces por medio de material ardiendo que había caído, pero se controló en poco tiempo. La extinción del incendio se consiguió a las seis de la mañana, quedando por realizar entonces tareas de remate y desescombro de las zonas necesarias para poder realizar el apuntalamiento.
La coordinación con el cuerpo de bomberos y con los servicios médicos primero, y el trabajo conjunto con los técnicos del Área de Ciudad Habitable y Vivienda permitió después dar una respuesta rápida a los vecinos afectados, gracias al parque de 25 viviendas rehabilitadas para afrontar situaciones de emergencia. En un primer momento, se cursaron seis peticiones de realojo de los vecinos y se barajaba una séptima, la de la chica que tuvo que lanzarse desde el cuarto piso para evitar el incendio y que fue hospitalizada. La localización de los realojos fue la calle Joaquín Beunza, en el barrio de la Rochapea, por ser éste el más cercano al Casco Antiguo en el que había viviendas rehabilitadas. El primer día todos los vecinos recogieron las llaves, aunque algunos no llegaron a dormir en los pisos municipales, a los que operarios del Ayuntamiento habían trasladado la misma tarde del incendio mobiliario y menaje básico.
Inspecciones de personal técnico municipal
Personal técnico municipal ha estado presente todos los días en el entorno del inmueble para realizar las correspondientes inspecciones. Tras el incendio, se constató que la estructura se vio muy afectada en el techo de cuarta planta y bajocubierta (5ª planta), en la zona trasera del inmueble que da al patio de manzana, que parte de la cubierta se desplomó y que también se desplomaron los apoyos de madera de la planta baja, a causa del fuego, del agua utilizada para apagarlo y del agua procedente de una fuga en la red. Ese día el edificio quedó suficientemente apuntalado para que no existiese peligro de derrumbe.
Los días siguientes se desescombró la planta baja por completo para poder apuntalar las vigas que soportan el cerramiento del patio y escalera de acceso a las viviendas y, aunque los puntales eran suficientes, se colocó una línea más en mitad del vano de la escalera para mayor seguridad. También se colocó una línea más de puntales desde la planta baja hasta la cuarta planta para asegurar el forjado del techo de esa planta que soportaba los escombros del tejado. En cuanto a las vigas, se habían visto afectadas únicamente las del techo de la planta baja Por último, se colocó una lona para evitar que el agua de lluvia afectase más a la estructura.
Tras realizar las inspecciones y recabar información complementaria, se concluye que “aunque la estructura ha resistido lo suficiente para que las personas que lo habitaban pudiesen desalojarlo, no ha resistido lo suficiente como para que se pueda ocupar sin sustituir previamente algunos de sus elementos”. Según el informe, “las zonas más afectadas han sido la vivienda de la planta 4ª y los trasteros de planta 5ª (bajocubierta). La cubierta en esta zona se ha desplomado. También se ha visto muy afectada una parte (de unos 6,30 m2) del techo de la sociedad Irrintzi, que era el suelo del patio de luces”. Asimismo, “el cerramiento del patio, sobre todo en planta primera se encuentra en muy mal estado, habiéndose desplomado en parte”. El informe recoge que “todas las zonas afectadas y que comprometían la estabilidad de la estructura del edificio, han quedado apuntaladas, y tras el apuntalamiento, se ha procedido al desescombro para evitar sobrecargas adicionales en dichas zonas”.
