La elección y manejo de sus 120.000 árboles es uno de los ejes del llamado ‘Urbanismo verde’, y elemento clave en la sostenibilidad de la ciudad
Dosel, cobertura arbórea, árbol en porte libre y suelo de calidad; son los términos que gobiernan la hoja de ruta de la gestión arborícola de Pamplona, con los principios y criterios de la jardinería sostenible como ejes de funcionamiento. La ciudad trabaja para alcanzar el mayor y mejor dosel arbóreo en forma de matriz verde continua, donde los nodos son los parques y jardines, que se unen mediante calles arboladas. El arbolado urbano de calidad es imprescindible para crear una red ecosistémica de conexión de espacios naturales y seminaturales de la ciudad, y atraer otros elementos medioambientales [flora y fauna] que aporten servicios ecosistémicos y protejan la biodiversidad.
Un concepto novedoso a aplicar en el diseño y ejecución de calles y zonas verdes que se basa en la observación y réplica de los fundamentos y principios del desarrollo de la vegetación en la naturaleza no humanizada son las ‘Soluciones Basadas en la Naturaleza’ (SBN). El árbol pasa de ser un elemento ornamental a ser un factor de reducción del efecto ‘isla de calor’ en la ciudad, gracias a sus propiedades protectoras y refrigerantes. De esas y otras iniciativas de debatirá este mes de mayo en el congreso PARJAP Pamplona 2024, organizado por el Ayuntamiento de Pamplona y la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos (AEPJP), en el que se darán cita decenas de profesionales del ámbito público, privado y asociativo.
El Servicio de Zonas Verdes de Pamplona realiza un trabajo de análisis de necesidades y oportunidades en cada campaña de plantación, que es parte de un trabajo integral de gestión, en el que, entre otros factores de diseño y decisión, se incluyen tratamientos para minimizar el riesgo asociado al arbolado, sustitución de especies y podas de adecuación a los condicionantes espaciales. Se trabaja con el modelo de árbol en porte libre como referente, maximizando su volumen de copa.
A nivel técnico, el objetivo es implantar arbolado viario que se desarrolle sin interferencias con las infraestructuras existentes a su alrededor, subterráneas y aéreas y con un espacio de desarrollo radicular de calidad adecuado a sus necesidades. Un arbolado adaptado al escenario de cambio climático y los condicionantes urbanos, espaciales, constructivos y edafológicos. Es más importante acondicionar un espacio de calidad espacial y edafológica y plantar un árbol pequeño, que plantar un árbol grande en un suelo que no le permita evolucionar correctamente por falta de condiciones; un concepto que se resume en “árbol de 100 euros en un suelo de 1000 euros” y no al revés.
120.000 árboles al servicio de la sostenibilidad urbana
Hoy 2/3 de los medios humanos y técnicos asignados al mantenimiento del arbolado urbano se destinan a los 29.385 árboles situados en pavimento. Esa cifra supone un 47,6% del arbolado en zona urbana, que se completa con otros 32.253 árboles situados en zonas verdes de la ciudad. Así, es un conjunto de 61.638 árboles en zona urbana, al que se suman otros 60.000 ejemplares que se encuentran en el Parque Fluvial y el monte Ezkaba. De los 120.000 árboles con los que cuenta Pamplona en su término municipal hay especies más abundantes, por su perfil y adaptabilidad, o por las modas y preferencias que existían en los momentos en los que fueron plantados.
La tendencia en la elección de especies de arbolado urbano ha sufrido una evolución clara, de especies de carácter más forestal, a implantación de arbolado con estética ornamental, para llegar en la actualidad a seleccionar especies en función de obtener los mayores beneficios ambientales. En todo caso, desde hace más de cuatro décadas en Pamplona se ha defendido y trabajado por un árbol pleno, en porte libre, con doseles y copas grandes de arbolado. Del mismo modo actualmente, en las prácticas de gestión de arboricultura urbana, sin perjuicio de las acciones para minimizar el riesgo que siempre son prioritarios en zonas urbanas, se trabaja en aplicar tratamiento y gestión ambiental en el mantenimiento y conservación del arbolado urbano.
Próximamente, el ‘Plan de Infraestructuras verdes (IV) y Drenaje Sostenible’ en el que ahora trabaja el Ayuntamiento de Pamplona, medirá la cobertura arbórea de la ciudad y la vigorosidad de su arbolado. Además, diseñará un sistema de ‘corredores verdes’ para conectar todos esos recursos (ripas, parque fluvial, monte Ezcaba, sistemas fluviales…) proponiendo SBN para espacios concretos de la ciudad consolidada (tejados, patios, fachadas…).
470 especies diferentes para la biodiversidad
Aunque en la ciudad hay presencia de 470 especies, en estos momentos 10 especies, se llevan el 25% de la presencia en calle: en Pamplona hay 6.100 arces, (2.000 Acer pseudoplatnus y 1.500 Acer platanoides, 1.400 Acer campestre y 1.200 Acer negundo) 3.000 Platanus, 2.000 fresnos, principalmente Fraxinus excelsior, y 1.750 almeces o Celtis australis. Les siguen en cantidad los 1.400 Castaños de Indias, 1.000 tilos plateados (Tilia tomentosa) y otros 1.000 Liriodendron tulipifera, en su nombre común, tulípero.
Destacan también especies con carácter histórico y cultural en recuperación en Pamplona, como los olmos. Entre 2021 y 2024, gracias a la donación de ejemplares del Ministerio de Transición Ecológica, se han vuelto a plantar en la ciudad árboles de la especie Olmo común (Ulmus minor), que enfermaron súbitamente debido a la grafiosis en los años 80. Ahora, gracias a la conservación y el cultivo controlado en el vivero municipal, hay en olmos en Milagrosa, Iturrama, Etxabakoitz y, desde la semana pasada, 31 nuevos ejemplares del viejo Olmo-Zugarro Pamplonica, visten el camino paralelo a la antigua circunvalación en la Vuelta del Castillo.
Las plantaciones de árboles de la campaña anual se realizan de noviembre a marzo desde el Servicio Zonas Verdes o a través de las contratas municipales. Además, en los nuevos desarrollos los colocan las empresas adjudicatarias de las obras, siempre conforme a los proyectos de ejecución y con informe del Servicio de Zonas Verde.
Ejemplares extraordinarios “catalogados”
De entre el conjunto del arbolado, un valor en sí mismo, en Pamplona hay 13 árboles singulares y notables de ocho especies distintas que están catalogados en grado 1 y 2, es decir, que tienen grados de protección descritos de forma normativa. De grado 1 son dos secuoyas gigantes (Sequoiadendron giganteum) que se encuentran en Casco Antiguo y Ensanche, y una sofora (Sophora japonica) en el Casco Viejo.
Los ejemplares catalogados como de grado 2 pertenecen a las especies Castaño de Indias (Aesculus hippocastanum); Cedro (Cedrus atlantica y Cedrus deodara); Cedro del Líbano (Cedrus libani); Magnolio (Magnolia grandiflora); Tejo (Taxus baccata) y Tilo (Tilia europaea). La mayoría de ellos se encuentran en Casco Viejo, Ciudadela, Taconera, Ensanches y Arantzadi. Hay también en la Taconera un Fresno (Fraxinus excelsior) que se secó y del que queda el tocón como recuerdo del árbol.
El Ayuntamiento de Pamplona dedicó a este tipo de árboles un volumen concreto dentro de la colección de libros ‘Biodiversidad urbana de Pamplona’. El ejemplar, titulado ‘Árboles Viejos y Árboles Singulares de Pamplona’, escrito por Ana Blanco, Juan Tomás Alcalde, Mikel Belasko, Anika Meyer y Óscar Schwendtner, fue publicado en 2010. En estos momentos está agotado aunque su contenido es descargable desde la web municipal.
Árboles singulares y notables catalogados*
GRADO 1
- Secuoya gigante 2 (Sequoiadendron giganteum). Casco Antiguo y Ensanches
- Sofora (Sophora japonica). Casco Viejo
GRADO 2
- Castaño de Indias (Aesculus hippocastanum) Casco Antiguo
- Cedro (Cedrus atlantica 2 y Cedrus deodara 1). Ciudadela-Taconera, Arantzadi, Iturrama
- Cedro del Líbano (Cedrus libani). Arantzadi
- Magnolio (Magnolia grandiflora) 2. Ensanches
- Tejo (Taxus baccata) 2. Casco Antiguo
- Tilo (Tilia europaea). Casco Antiguo
- Fresno (Fraxinus excelsior). Ciudadela-Taconera
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