La cooperativa Etxekonak bat ha sido la única en presentar un proyecto para desarrollar este nuevo servicio residencial en una parcela municipal en el barrio de San Juan
El alojamiento colaborativo de personas mayores en el barrio de San Juan ya tiene forma: tendrá 42 apartamentos y más de 1.800 m2 de espacios comunes pensados para un envejecimiento saludable y socialmente activo. Lo ha diseñado la cooperativa Etxekonak bat, la única entidad sin ánimo de lucro que ha concurrido al concurso público para construir y gestionar este nuevo servicio residencial en una parcela municipal del barrio de San Juan.
Gerencia de Urbanismo ha conocido en su sesión de hoy el proyecto, paso previo a su adjudicación por parte de la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento. La licitación, realizada en pasado mes de septiembre, buscaba que entidades sin ánimo de lucro constituidas por personas mayores de 60 años realizasen una oferta para financiar la construcción y el mantenimiento y explotar la autogestión de su propio alojamiento. El Ayuntamiento ofrecía, en régimen de concesión de 75 años, una parcela dotacional de 4.076,44 metros cuadrados en el barrio de San Juan, entre el paseo 25 de Noviembre (al norte) y la hilera de unifamiliares (al sur).
Equilibrio entre la dimensión comunitaria y el sentimiento de identidad
El anteproyecto arquitectónico presentado por Etxekonak bat plantea la construcción de cinco bloques residenciales, de dos plantas de altura máxima, unidos entre sí por núcleos de comunicación y áreas de estancia, que permiten mantener un carácter unitario para toda la actuación sin perder la posibilidad de individualizar y personalizar estos elementos construidos. La forma trapezoidal de la parcela permite que la parte construida se apoye en los lindes norte y oeste, liberando el mayor espacio posible en el interior, abierto al sur y al este. De esta manera, la plaza-jardín se comparte visual y espacialmente con el vecindario más próximo.
Los cinco módulos, diferenciados ligeramente en color, tendrán comunicación horizontal en cada planta, evitando la imagen de una “residencia” grande y uniforme. El conjunto tendrá así el aspecto de pequeños edificios plurifamiliares, diferentes y enlazados entre sí por corredores acristalados.
Los 42 apartamentos se situarán mayoritariamente en las plantas 1 y 2 (solo 4 en planta baja). 12 de ellos serán de dos dormitorios y los 30 restantes de uno. Se trata de proporcionar a las personas socias las necesarias condiciones de privacidad y autonomía personal, pero todo en un contexto colectivo y diverso. De esta manera, se deja la planta baja y el espacio de cubierta y bajo cubierta principalmente para actividades comunitarias, en ambos casos vinculados a espacios abiertos: el jardín en planta baja y las terrazas descubiertas en los áticos.
Así, se plantea una edificación que facilite el contacto entre todas las personas socias. Entre los espacios comunitarios están, en planta baja, los espacios de relación y encuentro, la sala de usos múltiples (que tiene acceso directo desde el exterior para su uso por personas del barrio), espacio de bicis y carritos eléctricos, comedor, talleres, gimnasio, zona de consultas, salas de cuidados sanitarios, y espacio para personas con dependencia. Además, se contemplan cuatro habitaciones para personas cuidadoras. En la primera y segunda planta los espacios de relación son interiores, con áreas de estancia repartidas por todas ellas. Y en la entrecubierta se plantean espacios exteriores con terrazas solárium y áreas de servicio como lavandería.
En conjunto, los espacios privativos ocupan 1.866 m2 útiles (el 50,6% de la superficie total del edificio cooperativo). Los espacios para actividades colaborativas ocupan 1.039,8 m2 útiles (el 28,2%) y las superficies de usos comunes y circulaciones ocupan 781,2 m2 (el 21,2%).
El proyecto se abre al barrio. Así, contempla poner a disposición de las entidades sociales del barrio donde se ubica estos espacios polivalentes para la realización de actividades conjuntas con las que favorecer la relación mutua y la integración social en la comunidad, y tratar de ser un actor más en la vida del vecindario. En el jardín se propone la ubicación de una amplia superficie de huerta, que podrá ser utilizada también por las asociaciones del vecindario, con fines sociales.
Sostenibilidad energética, económica y medioambiental
El diseño se ha hecho con criterios sostenibles. Uno de los criterios fundamentales de la idea arquitectónica del edificio es la accesibilidad universal, por el que todos los espacios son accesibles a todas las personas, independientemente de su condición física, nivel de dependencia o necesidad temporal. También es fundamental el criterio medioambiental en su construcción, uso y mantenimiento: no contaminar y dejar la menor huella de carbono posible, invirtiendo en instalaciones de ahorro energético activo y pasivo, recogida y tratamiento de aguas, reciclado, etc.
Desde el punto de vista constructivo, se plantea un edificio diseñado con criterios passivehouse y sistemas industrializados, huecos adaptados a diferentes orientaciones, terrazas exteriores con vuelos que permitan la captación solar en invierno y la protección solar en verano con, interiores con ventilación mecánica, y con equipos de recuperación con sistema de filtrado de aire. El edificio contará, así mismo, con paneles fotovoltaicos en cubiertas.
Plan económico y financiero
La cooperativa presenta un plan para la construcción de un edificio residencial de apartamentos, en régimen de cesión de uso, para uso exclusivo de las personas socias que la forman. El proyecto se basa en que todas las socias pagarán el mismo “precio habitacional” a lo largo de los 75 años. El exceso de mensualidad que pagan las socias iniciales a lo largo de los 3 años del crédito inicial se trata como aportación de capital.
La construcción del edificio, por importe de 7.512.071 euros (IVA incluido) se financia en parte por recursos propios por la aportación inicial de las socias (2.214.000 euros) y en parte con un préstamo bancario (5.298.071 euros).
Además, la cooperativa se preocupa de fortalecerse financieramente para afrontar proyectos y contingencias futuras como son, fundamentalmente, las rehabilitaciones generales del edificio, así como la sustitución de instalaciones cuando corresponda. Por otra parte, está prevista una cuota periódica de “apoyo mutuo” de 35 euros mensuales por mes y persona para nutrir el fondo mutual, destinado a respaldar los costes de atención a la dependencia en aquellas socias con dificultades económicas.
Las aportaciones ordinarias de las personas socias tienen dos componentes. Por un lado, están los gastos corrientes, calculados en 112.488 euros, que se prorratean individualmente por socia. Y por el otro, el precio del servicio habitacional fijo en los 73 años (203.560 euros), que se imputa por apartamento, en proporción a su superficie. El precio del metro cuadrado anual es de 87,67 euros y hay apartamentos de 53 y de 61 metros cuadrados, por lo que el coste anual oscila entre 4.646 y 5.350 euros.
Las nuevas personas socias deben realizar una aportación de inscripción como socia (200 euros) y la aportación inicial de 41.000 euros para permitir el reembolso a la socia que ha causado baja. Asimismo, deberá hacerse cargo de la aportación extraordinaria mensual de 143 euros en el periodo que reste hasta la finalización del crédito bancario.
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