El Ayuntamiento ha presentado el balance del Plan de Acción de Energía Sostenible aprobado para luchar contra el cambio climático
El compromiso adquirido por Pamplona en 2009 contemplaba la reducción de un 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para el año 2020, así que en la práctica se ha cumplido con este compromiso en sólo cinco años. Las razones fundamentales son la disminución del consumo energético, que decreció un 18% en estos cinco años en Pamplona, principalmente debido al menor consumo de gasóleo y gasolina para el transporte privado (-24%), y el incremento del uso de energías renovables frente al gas natural en Navarra, sobre todo para la producción de electricidad, que ha pasado de suponer el 62,4% en 2008 al 88,7% en 2013.
Todos los resultados del inventario de emisiones realizado desde el Consistorio han sido explicados hoy en rueda de prensa por el concejal delegado de Urbanismo, Vivienda y Medio Ambiente, Juan José Echeverría, y por el concejal delegado de Proyectos y Conservación Urbana, Javier López.
Mayor descenso de emisiones, en el transporte privado
El sector que más contribuye a las emisiones de CO2 del municipio de Pamplona es el transporte privado, que fue el responsable del 64% de las emisiones en 2013. Le siguen el sector doméstico, con un 22% de las emisiones; el sector servicios, con el 10%; y, por último, los sectores residuos, municipal y transporte público, con un 1% aproximadamente cada uno.
No obstante, el transporte privado redujo sus emisiones un 23% en el periodo 2008-2013, principalmente debido a la reducción de la demanda de gasóleo, que supone el 89% del consumo total de carburantes para automoción. Una parte de esta reducción se explica por el menor uso de este modo de transporte tanto por parte de ciudadanos como de empresas, y otra parte está motivada en el incremento de la eficiencia del parque de vehículos.
El sector doméstico redujo un 18% sus emisiones en el mismo periodo, sobre todo por el descenso en el consumo de electricidad (-13%) y de gasóleo de calefacción (-9%), si bien el consumo de gas natural sólo bajó un 1%. En cuanto al sector servicios, también disminuyó un 43% sus emisiones entre 2008 y 2013 debido a un menor consumo energético en general, mientras que el sector residuos bajó un 21% las emisiones debido a la menor producción de residuos urbanos, que disminuyeron de 1,28 a 1,02 kg por habitante y día.
Por último, el sector transporte público es el único que aumentó sus emisiones de GEI en este periodo, un 64%, a pesar de que el consumo energético sólo creció un 5%. Esto se debe a que en 2013 los autobuses urbanos no usaron biodiésel, cuyo balance de emisiones de CO2 se considera neutro. En 2008 el biodiésel supuso el 35% del consumo total de carburantes.
35% menos de emisiones municipales
Atendiendo a las emisiones asociadas al consumo energético de los edificios municipales (oficinas, colegios, polideportivos, centros civivox), del alumbrado público (farolas, semáforos, fuentes) y del parque móvil municipal, el Ayuntamiento de Pamplona ha cumplido también anticipadamente con el compromiso de reducir el 20% las emisiones de CO2 para 2020, ya que en el citado periodo de 2008-2013 dichas emisiones se redujeron un 35%. Entre las razones, la disminución del consumo energético total municipal en un 6% y la sustitución progresiva de antiguas calderas de gasóleo de calefacción por calderas de gas natural que, además de ser más eficientes, emiten menos cantidad de CO2 por unidad de energía.
Por sectores, las emisiones de CO2 de los edificios municipales se redujeron un 27% como consecuencia de la reducción del consumo eléctrico en un 25% y el de gasóleo de calefacción en un 75 %, y a pesar del aumento del consumo de gas natural en un 50% por la sustitución de calderas. Además, destaca la introducción de fuentes de energía renovables en los edificios municipales, paneles solares térmicos, calderas de biomasa o instalaciones geotérmicas cuyo impacto en el cambio climático es nulo. También cabe mencionar la producción de energía eléctrica a partir de paneles solares fotovoltaicos, aunque no produzca un ahorro directo en el consumo. Sumando esta producción a la parte de la electricidad que proviene de energías renovables, el Ayuntamiento de Pamplona cubrió en 2013 el 47% de este consumo con este tipo de energías frente al 36% de 2008.
En cuanto al alumbrado público, se redujo su consumo energético un 7% entre 2008 y 2013, lo que, unido a la reducción de la huella de carbono de la electricidad en Navarra, supuso una reducción de emisiones de CO2 del 53% en dicho periodo. Por último, el parque móvil municipal redujo su consumo un 11% y sus emisiones un 10% en esos cinco años.
Participación ciudadana en la lucha contra el cambio climático
La Comisión Europea puso en marcha en 2009 el denominado ‘Pacto de Alcaldes’, una iniciativa que busca la participación de la ciudadanía en la lucha contra el cambio climático global, ya que considera que las ciudades deben liderar la aplicación de políticas energéticas sostenibles y se deben apoyar sus esfuerzos. El Pacto trata de agrupar en una red permanente a las ciudades más activas de Europa dispuestas a cumplir con un compromiso formal para luchar contra ese cambio climático.
El citado Pacto consiste en el compromiso de las ciudades y pueblos que se adhieran a conseguir los objetivos comunitarios de reducción de las emisiones de CO2 mediante actuaciones de eficiencia energética y relacionadas con las fuentes de energía renovables. El Ayuntamiento de Pamplona firmó en febrero de 2009 su adhesión a este Pacto de Alcaldes junto con otras 372 ciudades europeas, mediante el cual adoptaron el compromiso de ir más allá de los objetivos establecidos por la UE para 2020, reduciendo las emisiones de CO2 en nuestros respectivos ámbitos territoriales en al menos un 20% mediante la aplicación de un Plan de Acción para la Energía Sostenible.
Asimismo se comprometieron a elaborar un inventario de emisiones de referencia como base para el Plan de Acción para la Energía Sostenible; a presentar el Plan de Acción para la Energía Sostenible en el plazo de un año a partir de la firma oficial del Pacto de los Alcaldes; a adaptar las estructuras del municipio, incluyendo la asignación de suficientes recursos humanos para el desarrollo de las acciones necesarias; a movilizar a la sociedad civil en los respectivos ámbitos territoriales para que participe en el desarrollo del Plan de Acción, esbozando las políticas y medidas necesarias para la aplicación y el cumplimiento de los objetivos del Plan; a presentar un informe de seguimiento al menos cada dos años a partir de la aprobación del Plan de Acción con fines de evaluación, seguimiento y control; a compartir las experiencias y conocimientos técnicos con unidades territoriales; a organizar un ‘Día de la Energía’ o ‘Día del Pacto de los Alcaldes’ con el fin de que la ciudadanía se beneficie directamente de las oportunidades y ventajas que brinda un uso más inteligente de la energía y para informar a los medios de comunicación locales sobre el desarrollo del plan de acción; a asistir y participar en la Conferencia de Alcaldes de la UE por una Europa de la Energía Sostenible que se celebrará anualmente; y a divulgar el mensaje del Pacto en los foros apropiados y, en particular, fomentar que otros alcaldes se unan al Pacto.