Las obras del panteón del cementerio San José de Pamplona dedicado a personas fusiladas no identificadas de la Guerra Civil y el franquismo costarán 278.106 euros

cementerio

El Consistorio ha asignado 80 días para concluir los trabajos, que están cofinanciados por el Gobierno de Navarra, que aportará 125.000 euros

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Pamplona ha aprobado la adjudicación de las obras para renovar y ampliar el panteón de restos de personas fusiladas no identificadas de la Guerra Civil y el franquismo que existe en el cementerio municipal de San José por un importe total de 278.106,40 euros. La cuantía es 21.882 euros inferior al precio de licitación, fijado en casi 300.000 euros. El objetivo es que el nuevo panteón esté listo en el plazo de 80 días, desde el inicio de las obras.

El Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno de Navarra colaboran en la ampliación de este panteón, a través de un convenio por el que el Ejecutivo foral se comprometió a aportar 125.000 euros. La propuesta de actuación viene motivada por la ausencia de espacio en la ubicación actual de panteón para albergar más restos. Es por ello que lo que se plantea es levantar un panteón nuevo en otro espacio del cementerio municipal.

El actual panteón, de 3×3 metros y con capacidad para colocar 60 cajas, se construyó en 2013, fruto de un convenio de colaboración entre Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona. Se ubica en una parcela triangular entre las calles Santa Felicia y San Mariano del cementerio municipal, en la parte posterior del edificio del crematorio y la sala de despedidas. Sin embargo, ante las limitaciones de espacio para proceder a su ampliación, se ha acordado construir uno nuevo en la parte interior del cuadro 21 del camposanto. Esa zona está delimitada por las calles San Simón, San Juan, San Gabriel y San Lucas, y se encuentra próxima a la puerta de los ciervos, al norte del recinto. En la actualidad, en ese cuadro 21 se sitúan panteones en sus caras exteriores y fosas triples en sus lados interiores, que no se encuentran ocupadas. En el centro del espacio, existe una zona verde, enmarcada con cuatro pilastras y una fuente.

El nuevo panteón, que será de titularidad municipal, seguirá el concepto y la imagen del existente. En este sentido, se plantea la instalación de un monolito de piedra caliza similar al que hay en el panteón actual, acompañado de dos panteones de 3×3 metros en planta, dos bancos y dos atriles colocados de manera simétrica. El conjunto estará rodeado de una zona verde. Las obras se han adjudicado a la empresa Aguaser Suministros y Servicios SL.

Ampliar su capacidad ante nuevas casuisticas

La construcción del primer panteón fue fruto de un convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno de Navarra, para dar cumplimiento de la Ley Foral 33/2013, de 26 de noviembre, de reconocimiento y reparación moral de las ciudadanas y ciudadanos navarros asesinados y víctimas de la represión a raíz del golpe militar de 1936. Además, la existencia de un espacio de reconocimiento y recuerdo es una demanda histórica del mundo asociativo memorialista.

Ambas instituciones acordaron en 2019 renovar el convenio de colaboración con el objetivo de cumplir las últimas modificaciones legales y ampliar la posibilidad de acceder al panteón a una mayor casuística de personas fusiladas y exhumadas. De hecho, hasta entonces, el panteón podía acoger únicamente restos humanos de víctimas de la Guerra Civil o del franquismo desaparecidas y exhumadas conforme a la normativa foral y a víctimas cuyos restos se hubieran encontrado en una fosa de Navarra, sin que haya sido posible su identificación.

No obstante, con las últimas modificaciones legales, el panteón se abrirá a tres nuevos tipos de víctimas. Por un lado, se podrán inhumar víctimas cuyo resto se hayan encontrado en una fosa de Navarra y que, habiendo sido identificados, no han podido ser entregados a sus familiares o sus familias no han podido hacerse cargo de ellas. También tendrán cabida aquellos restos de residentes en Pamplona fusilados e identificados, cuyas familias soliciten ser inhumadas en el panteón. Y, por último, este espacio también podrá acoger a las víctimas navarras que, habiéndose encontrado sus restos en fosas de otros lugares de España, y que, habiendo sido identificados sus cuerpos, no han podido ser entregados a sus familiares o no han podido hacerse cargo de ellos”.

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