102 jóvenes de 16 a 30 años comienzan su experiencia formativa remunerada para distintas profesiones a través de seis Escuelas Taller del Ayuntamiento de Pamplona

Esta mañana el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y la directora-gerente del SNE, Miriam Martón, han oficiado el acto de bienvenida

102 jóvenes, de entre 16 y 30 años, han iniciado en los últimos días su formación en alguna de las seis escuelas taller municipales que se desarrollarán hasta el mes de agosto del año que viene en los centros de formación de Landaben (4) y Aranzadi (1) y las instalaciones municipales de paseo de Enamorados (1). Van a ser 18 meses de formación teórica y práctica en ámbitos como el almacenamiento, la gestión de residuos y el manejo de piedra natural; la rehabilitación energética en madera; la construcción sostenible y la eficiencia energética, tanto en albañilería, como en mantenimiento de edificios, soldeo en la industria metalúrgica y conservación y explotación de los recursos naturales.

Esta mañana el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, la directora-gerente del Servicio Navarro de Empleo / Nafar Lansare, Miriam Martón, miembros de la Corporación municipal e Iñaki Amigot en representación de las Escuelas Taller del Consistorio, han realizado el acto de bienvenida al alumnado en presencia de las direcciones de las escuelas y de muchos de sus profesores. Estas iniciativas formativas están cofinanciadas por el Ayuntamiento de Pamplona y Gobierno de Navarra a través del Servicio Navarro de Empleo.

Las primeras escuelas taller del Ayuntamiento de Pamplona datan de 1986. A fecha de hoy, alrededor de 1.800 personas han recibido formación para el empleo en Pamplona a través de estos programas que se van adaptando a las necesidades profesionales que pide el mercado y la demanda se mantiene. Como ejemplo, este año se han presentado 280 personas al proceso de selección. Cada una de las seis especialidades cuenta con 17 plazas y, de media, ha habido 46,6 demandas a cada formación, casi tres peticiones por plaza disponible. Y es que, en cada edición, entre el 70 y el 85% del alumnado se incorpora al mercado laboral mediante compromisos de contratación por parte de empresas.

Mujeres jóvenes en escuelas taller: del 11 al 13,7%

Más de 100 jóvenes de entre 16 y 30 años comenzaron el 25 de febrero un nuevo itinerario vital que pasa por el aprendizaje de un oficio. Durante 18 meses convivirán muchas horas entre ellos y con sus profesores en los centros de formación municipales. En las escuelas la media de edad es de 21 años, destacando como los más jóvenes quienes han decidido aprender Construcción sostenible en rehabilitación de albañilería, un grupo que presenta una media de 19 años.

En esta edición aumenta el número de mujeres jóvenes matriculadas. Son 14 por 88 hombres, lo que supone un 13,7% del total, frente a la anterior iniciativa de escuelas taller (octubre de 2019) en la que este porcentaje superaba por poco el 11%. Por escuelas la composición es más que paritaria en la de ‘Conservación y explotación de los recursos naturales: bosque autóctono, sumidero de CO2 y jardines’ en la que hay inscritas 9 mujeres y 8 hombres. El resto de mujeres están en ‘Almacenamiento, gestión de residuos y piedra natural’ (4) y ‘Construcción sostenible en rehabilitación de albañilería’ (1). Sin embargo, no hay ninguna mujer en ‘Rehabilitación energética en madera’, ni en ‘Eficiencia energética en mantenimiento de edificios’ ni en ‘Técnicas operativas de Soldeo en la industria metalúrgica’.

Desde el punto de vista de la formación con la que este alumnado llega a las escuelas taller, la media presenta un nivel de estudios máximo de 2º de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), salvo los soldadores, cuyo certificado de profesionalidad de Nivel 2 requiere la exigencia previa de tener la ESO terminada.

Recursos formativos y de inserción cofinanciados

Las escuelas taller son un recurso formativo y de inserción laboral apoyado por el Gobierno de Navarra a través del Servicio Navarro de Empleo y el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Tras una etapa de orientación e inicio de la formación remunerada con una beca, y una segunda etapa ya más práctica o de obra social tutorizada bajo contrato laboral, su alumnado obtiene los correspondientes certificados de acreditación profesional de Nivel 1 o Nivel 2 y otros complementarios según la especialidad (carné de carretillero, prevención de riesgos laborales, igualdad de género, competencias digitales etc.). Estos conocimientos y acreditaciones les habilitan para el desarrollo de los oficios elegidos.

Asimismo, la ciudad recibe como contraprestación la realización de obras e instalaciones de distinta envergadura lo que supone en muchos casos un ahorro de más de 70% del coste que le hubiera supuesto a la ciudad ejecutarlas mediante empresas externas. Entre los trabajos que ha realizado el alumnado a lo largo del tiempo en sus prácticas se puede hablar del mantenimiento de las zonas ajardinadas, la limpieza de murallas de la Ciudadela, la rehabilitación de pisos para casos de emergencia, restauraciones de puentes históricos sobre el Arga o la reforma de apartamentos tutelados.